Se llevó a cabo la octava edición de la papanoelada motera solidaria, organizada por Motociclistas Misioneros Asociados. Los participantes entregaron juguetes a niños internados y el recorrido finalizó con una exhibición de motos decoradas en la cascada de la Costanera.
En esta oportunidad, más de 250 motos partieron del Jardín Botánico al Hospital de Pediatría Fernando Barreyro. Los participantes se vistieron de Papá Noel y tiñeron de rojo y blanco las calles posadeñas.
«Es el octavo año que hacemos esta actividad, incluso en pandemia no paramos. Este año fue difícil conseguir los juguetes, pero como siempre, los corazones solidarios de los motociclistas y de la gente de Misiones hicieron posible que llevemos un juguetito a los chicos que están pasando un momento duro», destacó Alejandro Melgarejo, presidente de la asociación.
Sobre la importancia de llevar un obsequio y sacar una sonrisa a quienes están internados, el organizador detalló que «todos fuimos chicos, y siempre esperábamos ese juguete de Papá Noel. Aunque las necesidades como la comida, la ropa o los medicamentos estén cubiertas, el juguete tiene un significado especial que no se puede dejar de lado».
El evento contó con la participación de motociclistas de distintas localidades de la provincia, como Oberá, Aristóbulo del Valle, Campo Grande, Candelaria y Posadas, así como de provincias vecinas. «El clima nos acompañó y mucha gente decoró sus motocicletas para la ocasión desde las primeras horas».
Después de visitar el hospital, la caravana continuó hacia la cascada de la Costanera, donde se exhibieron las motos decoradas y los trajes navideños de los motociclistas. Allí se realizó una competencia con premios que serán entregados al mejor disfraz, la mejor moto decorada y la combinación más creativa. «A partir de las 19:30 estaremos en la cascada exhibiendo las motos».
De igual forma Melgarejo, hizo hincapié en la importancia de la Motopapanoelada Solidaria, resaltando que esta actividad los moviliza profundamente porque ellos mismos, en muchos casos, pasaron por situaciones de dificultad en su infancia. «Todo esto nos mueve porque nosotros también fuimos chicos y muchos de nosotros hemos pasado dificultades. Sabemos la importancia de un juguete».
El impacto emocional que genera la actividad también es un motor para seguir adelante. El presidente de la asociación de motoqueros, explicó que, al llegar al hospital y ver las caritas de los niños saludando desde las ventanas, los motociclistas se sienten fortalecidos y llenos de energía para continuar.
«Cuando vos te vas allá y estás con ellos, en realidad sos el que lleva esas energías positivas, pero es todo lo contrario. Ver cómo te reciben, las caritas de ellos en las ventanas saludándonos porque llegan más de 200 Papá Noel a verlos, eso es lo que nos llena de energía», afirmó con entusiasmo.
A pesar de que este año fue particularmente complicado para organizar el evento, el organizador destacó que el entusiasmo y la solidaridad lograron superar los desafíos. Comentó que esta gran movida solidaria reúne no solo a motociclistas de toda la provincia, sino también a personas que se sienten atraídas por la actividad.
«Este fue uno de los años más difíciles de llevar adelante la actividad, pero eso mismo nos mueve a estar nuevamente acá con esta gran movida solidaria. Es la caravana más grande de Papá Noel de Argentina».
La idea surgió por uno de los integrantes que había visto una iniciativa similar en España. Luego fueron adaptando trajes que cada vez están mejor diseñados y la invitación a otros motociclistas se realiza con antelación a través de las redes sociales de la asociación.