El pasado 30 de noviembre, durante el tradicional encendido del árbol de Navidad en Capioví, un cortocircuito provocó un incendio que consumió por completo la estructura, elaborada con botellas de plástico recicladas.
Este lamentable incidente no solo destruyó el principal atractivo de las festividades locales, sino que también conmocionó a la comunidad que, año tras año, se destaca por su creatividad y dedicación en la elaboración de decoraciones navideñas recicladas.
Capioví, reconocida por sus adornos hechos a mano con materiales reutilizables, se transforma cada diciembre en un destino turístico lleno de luces y colores. Este esfuerzo comunitario atrae a cientos de visitantes que recorren sus calles decoradas, convirtiendo al pueblo en un símbolo de trabajo colectivo y conciencia ambiental.
Tras el incendio, el golpe fue duro para los vecinos, quienes vieron desaparecer el fruto de meses de trabajo. Sin embargo, pocas horas después del incidente, surgió una nueva campaña para recolectar nuevamente botellas de plástico vacías con el objetivo de reconstruir el emblemático árbol.
La respuesta fue inmediata y masiva. Vecinos, instituciones y empresas locales se unieron en una carrera contrarreloj para completar el nuevo árbol antes de Navidad. Hoy, 19 de diciembre, ese esfuerzo conjunto dio sus frutos: la ciudad estrenó un nuevo árbol navideño, construido en tiempo récord.
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