Hay una feroz disputa y muchas dudas por el quorum para iniciar una sesión que, a su vez, permite especulaciones por doquier, en medio de intereses cruzados que fracturan la convivencia interna
En un clima cargado de una hostilidad que, a su vez, permite especulaciones por doquier y definiciones que aparecerán a último momento, el pleno del Senado buscará sesionar desde este mediodía para convertir en ley la suspensión de las PASO 2025, junto a un paquete penal que involucra: refuerzos en reiterancia y reincidencia, para evitar lo que muchos bloques denominan la “puerta giratoria” de delincuentes; la implementación del juicio en ausencia; y la iniciativa “anti mafias”. Los cuatro proyectos fueron aprobados días atrás por Diputados y están al borde de ser sancionados, algo nada menor para un Gobierno que no podrá evitar, en el recinto, que se hable del revuelo presidencial por $LIBRA.
Antes de hablar de los textos hay una cuestión trascendental que, hasta anoche, elevó al máximo la tensión en la Cámara alta: si habrá o no quorum para la sesión de las 12. Esto tendrá que ser refrendado, una vez más, en la reunión de Labor Parlamentaria que se realizará una hora antes para definir, de una buena vez, si mañana se volverá al recinto para tratar el pliego que propone al magistrado federal Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema. En resumen, un escenario previo cargado de incertidumbre, operaciones cruzadas, senadores que dicen “sí”; después, “no”; seguido a ello, “veremos” y, en última instancia, “no sé qué hacer aún”. Por ese motivo, la Casa Rosada y otros actores estuvieron ayer, de manera incesante, metidos en llamadas y reuniones con legisladores para evitar un traspié que lesione al Javier Milei. Por caso, pasadas las 21 se lo vio al vicejefe de Gabinete y usual caminador de pasillos parlamentarios, José Rolandi.
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Ahora, a atar cabos. El problema con el quorum es que, sin tener en cuenta a un kirchnerismo que promete no ayudar en nada a ese objetivo -el cristinismo hace esfuerzos para cumplir eso y no mostrar un interbloque dividido, en particular, por las PASO-, hay dialoguistas que se preguntaron, en las últimas horas, qué sentido tiene ayudar a iniciar una sesión a un Gobierno que, en medio del episodio $LIBRA, duplicó la apuesta discursiva. No se sabe si la negociadora. Por eso no se descartaban anoche sorpresas de último momento. La respuesta de la Casa Rosada es conocida: varios -a veces, sí-, muchos o todos -imposible- le hacen juego al kirchnerismo, que mira de reojo y desea que ocurra eso para tener una victoria casi sin mover un dedo.
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En la sesión también habrá un espacio para avanzar con ascensos militares -aparece parte de la plana mayor- y de diplomáticos. Ni hablar de las cuestiones de privilegio. De hecho, hay legisladores que irían por un logro aún mayor: que se apruebe un pedido de interpelación a funcionarios del Ejecutivo por $LIBRA. En las próximas horas, ni pestañar se podrá en el Senado. De yapa: ayer, la comisión de Asuntos Constitucionales dictaminó Ficha Limpia. ¿Alguien se animará a pedir su incorporación -necesita dos tercios- en la eventual sesión para dejar expuesto al kirchnerismo?