Cada 15 de mayo, Paraguay celebra no sólo el Día de la Madre, sino también el de la Independencia Nacional que se conmemora los días 14 y 15. La elección de esta fecha para homenajear a las madres tiene un origen histórico que está ligado a la lucha por la independencia del país. Esta festividad se celebra desde 1924 y fue instituida mucho tiempo después del día de la Independencia.
El Día de la Madre en Paraguay se celebra cada 15 de mayo en honor a la ‘Madre Patria’.El principal acontecimiento por el que se seleccionó esta jornada de celebración es la festividad de la Independencia, con la que coincide en fecha.
Este camino en la historia paraguaya por el establecimiento de la fecha comienza con un evento que tuvo lugar entre la noche del 14 y la madrugada del 15 de mayo de 1811, cuando Pedro Juan Caballero, Fulgencio Yegros, Vicente Ignacio Iturbe y José Gaspar Rodríguez de Francia, entre otros, desarrollaron los planes revolucionarios en la casa de la familia Martínez Sáenz, actualmente conocida como la Casa de la Independencia.
Según algunos historiadores, en Paraguay se recuerda el 15 de mayo en homenaje a Juana de Lara, quien junto con los próceres fue protagonista de la independencia de la nación. Pero otros historiadores descartan la relación de la conmemoración del día de la Madre con Juana de Lara, de hecho, la misma fue declarada Prócer Nacional en el año 2010 de la Ley 4.082/2010.
La iniciativa de dedicar un día especial a las madres surgió del profesor Alfonso Belisario Campos en 1924, director de la Escuela de Comercio. Su idea era vincular el homenaje a la madre con la celebración de la patria. Los estudiantes de la escuela solían homenajear a sus madres regalándoles una flor roja y una blanca.
Mucho antes, en mayo de 1905, la estadounidense Anna Jarvis, después de la muerte de su mamá, hizo campaña para establecer un feriado nacional en honor a las madres. Paraguay y muchos otros países adoptaron el mes de mayo para celebrar a las madres.
La maternidad bajo el concepto de patria
Esta celebración adquiere un carácter nacional, sagrado en términos del “altar de la patria”, y la madre se posiciona junto a los próceres y al niño como una figura de ciudadano ideal para la República del Paraguay.