Diego Nicolás Marset Alba (22), el hermano menor de Sebastián Marset (32), el capo narco uruguayo que maneja el tráfico de cocaína al hemisferio norte operando en tres países diferentes y sospechado de tener participación en la ejecución del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, fue detenido ayer en la localidad brasileña de Foz de Iguazú, en plena Triple Frontera.
El joven Marset Alba también tenía pedido de captura internacional por su vinculación a la mega estructura criminal montada por su hermano. Actualmente se manejaba con tres cédulas diferentes: una brasileña, una paraguaya y una uruguaya.
Según informaron medios paraguayos, la detención del muchacho se concretó ayer por la tarde, cerca de las 15, durante un operativo ejecutado por la Policía Federal brasileña e integrantes del Comando Tripartito Alto Paraná.
Marset Alba se encontraba en una lujosa propiedad ubicada en el barrio residencial Condominio Terras Alpha, ubicado a unos 14 kilómetros del puente internacional Tancredo Neves, que une Foz de Iguazú con la localidad misionera de Puerto Iguazú.
El joven criminal estaba junto a su pareja, de nacionalidad boliviana, y en su poder tenía 1.152 reales, 195 dólares y 10 bolívares, además de varios teléfonos celulares.
Ahora la Justicia paraguaya inició los trámites para su extradición, la cual debe ser analizada por las autoridades brasileñas.
Sebastián Marset, el más buscado
La detención -estiman- podría significar un golpe para Sebastián Marset, uno de los mayores narcotraficantes del momento y con pedido de captura internacional emitido por varios países.
El sindicado capo narco uruguayo aparece como el mayor operador del mercado de cocaína, con base de operaciones en Bolivia y Paraguay, donde sospechan que actualmente está escondido.
Marset es el objetivo número 1 del operativo A Ultranza, uno de los mayores ejecutados en la historia de Paraguay.
En septiembre de 2021 fue detenido en Dubai, pero contaba con un pasaporte falso y eso le permitió evadir cuentas y escapar.
Viviendo en clandestinidad, se refugió en Bolivia, donde nuevamente se valía de una identidad falsa y se camuflaba entre la comunidad como dueño y también jugador del equipo Los Leones El Torno, que jugaba el campeonato de la Asociación Cruceña de Fútbol.
Tras ser identificado, se montó un imponente operativo por la zona, aunque Marset nuevamente logró escapar, muy probablemente gracias a la colaboración de investigadores corrompidos con dinero o amenazas.
Más de 2.000 efectivos fueron movilizados para dar con el uruguayo, pero en su mansión no hallaron a ninguna persona. Solo dieron con armas de fuego, dinero en efectivo, vehículos de alta gama y animales exóticos como monos y tigrillos.
Desde ese momento nada más se supo de Marset, hasta el mes pasado reapareció al dar una entrevista televisiva desde la clandestinidad, donde reconoció su actividad como narcotraficante, pero negó su vinculación con el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, acribillado a balazos en una playa de Colombia en mayo de 2022.