Entrevista a Mariana Mampey, médica antroposófica graduada de la Universidad Nacional de Rosario, quien cuenta con un doctorado de medicina obtenido en Berna, Suiza y dos postgrados; uno de fitoterapia en Cuba y otro de medicina antroposófica en Dornach, Suiza.
En medio de la creciente amenaza del dengue, que cada vez registra más casos positivos y fallecimientos en Misiones, surge el interés por las hojas de mamón, una planta que se destaca como recurso natural por sus múltiples principios activos en la búsqueda de tratamientos efectivos contra la enfermedad vectorial.
“Claramente es una importante opción de ser investigada en el tratamiento de dengue, por ser segura y efectiva”, subrayó Mariana Mampey, médica antroposófica graduada de la Universidad Nacional de Rosario, quien cuenta con un doctorado de medicina obtenido en Berna, Suiza y dos postgrados; uno de fitoterapia en Cuba y otro de medicina antroposófica en Dornach, Suiza. Actualmente, atiende a sus pacientes de forma virtual y presencial en Ruiz de Montoya, Misiones.
En conversación, indicó que “el dengue es una de las enfermedades que en inglés se cataloga como neglected diseases, que en español sería como decir enfermedades desatendidas, rechazadas o negadas. Estas afectan sobre todo a regiones subtropicales y tropicales y no se les da la atención necesaria debido a la poca ganancia que se puede esperar de la investigación y el desarrollo de medicamentos”. “Otras enfermedades de esta categoría son las parasitosis intestinales, chagas, hidatidosis, filariasis, leishmaniasis, o rabia, muchas de las cuales afectan a nuestra provincia”, enlistó.
“Las substancias de la hoja de papaya que más se investigan por su actividad contra el virus del dengue son los alcaloides, terpenoides, fenoles, taninos, saponinas y glicéridos. La carpaína (alcaloide hexano) es un componente aislado, potencialmente bioactivo como también el ácido cumarilquinico y la papaína, una enzima que desintegra proteínas, que está más presente en la fruta y las semillas de papaya”, precisó. Sobre esta línea, destacó que “los principios activos de la hoja de la Carica papaya L o mamón son varios, son una combinación, casi se podría decir un ‘blend’ de substancias químicas que nos brinda la naturaleza en el reino vegetal”.
A su vez, aclaró que “no se sabe con exactitud qué principio activo es el responsable de cada una de las diferentes acciones que tiene; es muy probable que sea la combinación de varios y que quizás sea la hoja entera la que sea de mayor utilidad”.
“Hay muchos estudios científicos que respaldan la eficacia de las hojas de papaya, tanto in vitro como en experimentos en animales, pero no hay estudios doble ciego, prospectivos y randomizados que tengan resultados clínicos favorables con una suficiente cantidad de pacientes como para poder validar su uso según los parámetros exigidos por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos”, señaló. “El uso en una dosis alta, de 2 gr./kg de peso corporal durante 28 días en ratas no produjo efectos nocivos”, ahondó.
Sobre la falta de estudios, analizó que “requieren de muchísimo dinero y la papaya es una planta que no se puede patentar, por lo que es difícil encontrar laboratorios que hagan esta inversión sin tener una perspectiva de ganancias”.
“Claramente es una planta con una importante opción de ser investigada en el tratamiento de dengue, por ser segura y efectiva”, recalcó la médica antroposófica. Entre las formas de uso, ahondó que se pueden preparar licuados, jarabes o tabletas. “En general son remedios de herboristería sin licencia, que se venden como suplementos dietarios o se elaboran en forma artesanal en las cocinas de las familias”, dijo.
Asimismo, puso el foco en que “hay estudios que demuestran que el consumo de hojas de papaya aumenta el número de plaquetas por disminuir la destrucción de las mismas en la sangre y por estimular la actividad de las células en la médula ósea que las generan, los megacariocitos”. “También hay estudios que describen que la hoja de papaya potencialmente disminuye la replicación intracelular del DENV-2 como se puede leer en el estudio de Razak et. al 2018”. Kasture et. al 2016 publicaron su estudio en el que describen el aumento de plaquetas después de administrar una tableta de 1,1 mg 3 veces por día durante 5 días”, profundizó.
“La hoja de papaya o de mamón en adultos generalmente es segura, usada en lapsos de tiempo cortos, con precaución durante el embarazo y en pacientes con trastornos hepáticos. Tiene además una interacción con los agentes hipoglucemiantes y ciertos antibióticos que tienen cationes quelantes”, concluyó.
Fuente, El Territorio.
Campaña de vacunación contra el dengue a partir del 22 de enero, en Oberá la fecha es 26 de enero