Vecinos de barrio Kindgreen alertaron sobre el estado del menor. Fue la segunda vez en pocos meses que debió ser institucionalizado, reconocieron desde la comuna. «La madre se va y deja solo al hijo. A veces no vuelve durante varios días, por lo que el nene tiene que salir a pedir comida. Vengan a ver antes que pase una tragedia», comentó una fuente anónima que brindó la dirección del lugar.
La semana pasada el departamento de Niñez, Adolescencia y Familia de la Municipalidad de Oberá fue alertado sobre la situación de un menor que se hallaba abandonado en una precaria vivienda del barrio Kindgreen de Oberá.
«La madre se va y deja solo al hijo. A veces no vuelve durante varios días, por lo que el nene tiene que salir a pedir comida. Vengan a ver antes que pase una tragedia», comentó una fuente anónima que brindó la dirección del lugar.
La comuna solicitó colaboración de la Comisaría de la Mujer, cuyo personal corroboró la veracidad del caso.
Ya en el domicilio apuntado, en cercanía del arroyo Mbotaby, los uniformados fueron recibidos por Ángel, de apenas 8 años, quien ratificó que estaba solo porque hacía varias horas que su mamá había salido.
En tanto, precisó que su progenitora se llama Rocío P. (29) y que vivía solo con ella.
En primera instancia los efectivos consultaron con los vecinos sí sabían dónde podría estar la madre y si había otro familiar del menor en el barrio, pero las averiguaciones resultaron infructuosas.
Fue así que luego de charlar con el nene y en resguardo de su integridad, la encargada del departamento de Niñez decidió su ingreso al Hogar Mitaí, dependiente de la comuna.
Precisamente, el órgano municipal actúa como ministerio pupilar en este tipo de casos y cuentan con atribuciones para tomar medidas protección excepcional.
Si bien la progenitora se presentó ese mismo día, ante la gravedad de caso y un antecedente previo se decidió que el pequeño permanezca en el Hogar Mitaí.
Necesaria revinculación
Florencia Donnerstag, encargada del departamento de Niñez, precisó que su área actúa como órgano de protección, decide las medidas y luego las comunica al juzgado interviniente.
Más allá de los dichos de vecinos que aseguraron que era habitual que la progenitora deje solo a su hijo durante horas, lo cierto es que ya el año pasado la comuna tuvo que intervenir en protección del chico.
«El año pasado tuvimos una situación similar y el menor estuvo institucionalizado durante un par de días. En base a ese antecedente, ahora se decidió que continúe en el Hogar Mitaí mientras trabajamos diversos aspectos con la madre», precisó Donnerstag.
Asimismo, mencionó que los vecinos refieren que continuamente el chico queda solo en la casa, lo que a su vez fue desmentido por la progenitora.
«Ella alega que ese día tuvo que ir al médico y lo dejó solo porque no tenía con quien dejarlo. Pero se fue temprano y el menor estuvo varias horas solo», agregó.
Según la normativa vigente, el estado dispone de un plazo máximo de seis meses para resguardar a chicos en situación de vulnerabilidad, tras lo cual debe ser revinculado a sus padres o familia ampliada, siempre y cuando se den las condiciones.
Al respecto, la funcionaria comentó que «hay familiares que pretenden hacerse cargo, pero debemos trabajar en un proceso de revinculación porque hace años que no ven al niño. Entonces se requiere crear el vínculo».
«Estoy dispuesta a tenerlo conmigo»
Teresa G., abuela del menor, aseguró que durante tres años la madre impidió el contacto con la familia paterna.
«Hace más de tres años se fue con otro hombre y desde ahí no nos dejó verlo más. Ni a mi hijo, que es el padre, ni a mí», aseguró.
La mujer aseguró que en reiteradas ocasiones su nieto se quedó solo en la casa, según le contaron los vecinos, al extremo que «hace unos meses lo encontraron solito intentando hacer fuego para hacerse un mate cocido».
Y agregó: «Es mi nieto y estoy dispuesta a tenerlo conmigo. Tengo un buen trabajo y puedo hacerme cargo de él. A la madre ya se lo habían sacado y le dieron otra oportunidad, pero no mejoró. Espero que ahora las autoridades avalúen mejor la situación».
Fuente, El Territorio.