Corridas a plena luz del día, pedidos de auxilio, desmanes, robos y amenazas, el cóctel de la inseguridad que aqueja a los habitantes del barrio Yerbal Viejo de Oberá. En ese contexto y a partir de un pedido de los propios vecinos, el consorcio de administración analiza el cerramiento del complejo habitacional como último recurso para combatir a los malvivientes.
Se trata de una medida inédita en el ámbito local y grafica la preocupación por el incremento del delito en esta ciudad. La paradoja del caso es que el barrio está ubicado frente a la sede del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional II de Policía.
En tanto, al cierre de esta edición se realizaba una reunión entre el consorcio y los vecinos para tratar el tema del cerramiento del predio, que incluye un total de 270 departamentos.
“Estamos muy preocupados por los hechos de inseguridad, los robos y agresiones. En los últimos días surgió la idea de cercar el barrio y existe un mayoritario consenso entre los vecinos. Por eso iniciamos una encuesta para conocer la opinión de todos y de ahí se tratará en asamblea. Después se analizará la cuestión de los costos, que es un tema importante”, expresó Horacio Barúa, presidente del consorcio.
En diálogo con El Territorio, el referente vecinal reconoció que “por ahí suena como una medida polémica, pero es una alternativa que nació de los mismos habitantes del barrio para cuidarnos entre todos”.
Si bien los mayores perjuicios serían ocasionados por bandas de menores, también detectaron mayores que delinquen en la zona, algunos de los cuales están identificados y poseen antecedentes.
“Falta mayor compromiso del Estado para afrontar el problema. Lo que está pasando es muy grave”, subrayó Barúa.
La droga avanza
Los hechos delictivos se registran a diario y no hay sector del barrio que esté exento. La Escuela 660, el centro de salud y el salón comunitario fueron varias veces violentados.
En tal sentido, meses atrás el consorcio solicitó la implementación de patrullajes de prevención, aunque hasta el momento las esporádicas recorridas de la Policía no incidieron en la mejora de la seguridad.
Incluso, días atrás un grupo de vándalos atacó a dos vecinas, lo que puso en evidencia la necesidad de implementar alguna solución de fondo.
Al respecto, el presidente del consorcio graficó que “la gota que colmó el vaso fue la agresión con piedras que padecieron dos señoras mayores por parte de una patota que estaba haciendo desmanes. Las señoras les llamaron la atención y fueron atacadas. Es decir que no hay respeto por nada”.
Asimismo, el referente vecinal alertó por el avance del narcomenudeo y las sospechas de que muchos malvivientes actúan bajo los efectos de las adicciones.
“Se los nota muy sacados. La droga está haciendo estragos”, precisó.
Denuncia colectiva
En busca de alternativas para afrontar la problemática que los aqueja, desde el consorcio impulsan una denuncia colectiva detallando todos los inconvenientes que padecen en el barrio.
Como primera medida, se hallan recolectando firmas para un petitorio que será elevado a las autoridades de la Unidad Regional II y al Ministerio de Gobierno.
“Los abajo firmantes, habitantes del barrio Yerbal Viejo, denunciamos nuestra preocupación por lo acontecido en los últimos días. El avance de la inseguridad, la delincuencia y el vandalismo, con la presencia de menores que causan desorden en el barrio. Y solicitamos algún tipo de medidas con respecto a lo mencionado”, señalan en el escrito.
La movilización comunitaria no se agota en ello, ya que anoche se realizó una reunión para tratar el cerramiento del predio. En la ocasión fueron invitados funcionarios de la Municipalidad de Oberá, mientras que mañana por la tarde volverán a reunirse para seguir debatiendo la problemática que los aqueja, anticipó Barúa.
El barrio Yerbal Viejo es el primer complejo de viviendas construido en Oberá por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha). Fue inaugurado hace tres décadas y su población actual ronda los mil habitantes.
Por Daniel Villamea – territoriodigital