Fue encontrado el sábado por un equipo de exploradores de la asociación de astronomía del Chaco en cercanía de la localidad de Gancedo, en el sudoeste chaqueño.
Un meteorito que según el primer pesaje superaría las 30 toneladas, lo que lo ubica como el segundo más grande del mundo, fue encontrado el sábado por un equipo de exploradores de la Asociación de Astronomía del Chaco en cercanía de la localidad de Gancedo, en el sudoeste chaqueño.
En diálogo con Télam, Mario Vesconi, presidente de la Asociación de Astronomía del Chaco, detalló que el hallazgo fue una gran sorpresa “porque si bien sabemos detrás de los que estamos y de lo que se trata nuestra investigación, lo que nos sorprende es el tamaño y pesaje del mismo”.
Explicó que el cuerpo celeste hallado, según los primeros estudios, pesa 30.800 kilos y que se aprovecharon los equipos de extracción para realizar un nuevo pesaje sobre otro meteorito descubierto con anterioridad, El Chaco, que arrojó un peso de 28.840 kilos.
El hallazgo se produjo en la zona denominada Campo del Cielo, jurisdicción del municipio de Gancedo, donde hace aproximadamente 4000 años impactó una lluvia de meteoritos metálicos.
“Fue una gran sorpresa también el tema del pesaje porque pudimos cotejar el peso con el otro gran meteorito hallado en la provincia, llamado El Chaco, porque si bien esperábamos pesos superiores a los que veníamos registrando, no esperábamos que superara las 30 toneladas”, dijo Vesconi.
Al respecto dijo que al pesaje “lo vamos a realizar nuevamente porque más allá de la confianza que tenemos de la doble balanza y de las varias lecturas que hicimos, producto de la sorpresa del pesaje, es algo que queremos volver a cotejar”.
Vesconi resaltó el trabajo realizado ya que es la primera vez que un hallazgo de esta magnitud se da gracias a los estudios preliminares de un equipo completamente chaqueño.
“Esos estudios determinaron que la zona de trabajo iba a ser dificultosa, porque tiene la forma de un cuenco e íbamos a tener agua superficial debido a napas muy cercanas”, explicó el presidente de la Asociación de Astronomía.
Mencionó que cuando la maquina empezó a limpiar este nuevo cráter sobre el cual se estaba trabajando para ver el tamaño completo del meteorito, hubo preocupación por parte del equipo debido a que el agua empezó a brotar.
“Teníamos un fragmento que se nos estaba inundando por lo que resultó fundamental el aporte del municipio de Gancedo que nos facilitó las maquinas para que podamos continuar con la excavación”, aseveró el investigador.
Como consecuencia de esto mencionó que el grupo chico que en ese momento estaba trabajando decidió bautizarlo con el nombre de la localidad.
Al ser consultado sobre si este meteorito se podría tratar del denominado Mesón de Fierro del que hablan diferentes crónicas, Vesconi aseguró que no, debido a que según se detalla sería de un peso menor y tendría otra forma.
“Lo que lo hace atractivo al Mesón, según mencionan las crónicas que hablan de él, es su forma y la historia ya que lo envuelve de diferentes leyendas de los pueblos originarios y varias expediciones de españoles que a 80 años del descubrimiento de América salieron a su búsqueda”, dijo.
Con este descubrimiento el Chaco pasa a tener los dos meteoritos más grandes del mundo por debajo del Hoba, hallado en Namibia, que supera las 66 toneladas.