Cuando los seis hombres vestidos con ropa oscura se bajaron de los dos autos y se identificaron como policías investigadores en busca de un delincuente escondido en un baldío lindante a su terreno, el comerciante de Posadas ni siquiera dudó en abrir la puerta de su casa. Sin embargo, se trataba de un engaño, ya que segundos después, los supuestos uniformados se colocaron pasamontañas, sacaron sus armas de fuego y desnudaron sus verdaderas intenciones.
Era una banda de asaltantes que actuó una vez que logró ingresar a la vivienda y reunir a la familia de Horacio Silva (36) en el baño. En medio de una tunda de golpes y amenazas, lograron escapar con alrededor de 50 mil pesos en efectivo, una moto que recientemente había comprado y otros elementos de valor.
Utilizaron un automóvil y se cree que, más allá de los seis delincuentes que actuaron, un séptimo hizo de campana y chofer del grupo armado. Igualmente ese dato hasta ahora no sirvió de mucho, ya que nadie fue detenido y sigue siendo un misterio la identidad de los sospechosos.
Pesadilla
El violento asalto ocurrió el domingo a la noche cerca de las 22, cuando el propietario de un comercio dedicado a la venta de pollos y sus derivados -situado sobre la avenida Alicia Moreau de Justo (ex 213)- descansaba en su vivienda de calle Venezuela en el barrio Latinoamérica de la ciudad de Posadas.
Silva estaba junto a su pareja, charlando en la sala, mientras sus hijos menores estaban jugando en otros sectores de la casa, a decir de su testimonio. Fue en ese contexto que aplaudieron y al salir observó que seis hombres se habían bajado de un automóvil color oscuro, que podría ser un Senda u Oppel, por lo poco que pudo distinguir en medio de la oscuridad de la zona.
De acuerdo a lo detallado por el dueño de casa, uno de ellos se identificó como personal de la brigada de Investigaciones y hasta le exhibió una placa, informando que estaban en búsqueda de una persona que había ingresado a un terreno baldío lindante a su casa y utilizando linternas ingresaron con autorización del comerciante.
Un momento más tarde se inició la pesadilla. Los hombres cubrieron sus rostros con pasamontañas e ingresaron por la fuerza a la vivienda, amenazando a la familia con armas de fuego tipo pistolas oficiales de la fuerza (9 milímetros), a golpes los obligaron a encerrarse en el baño y luego actuaron como dueños y señores de la vivienda.
Dieron vuelta la casa pero en todo momento pedían el dinero -de acuerdo a la denuncia- en efectivo que de verdad el comerciante tenía consigo, por lo que se cree que pudo haber existido un datero que aportó información concreta sobre sus movimientos.
Lo cierto es que al cabo de algunos minutos se dieron a la fuga llevándose los 50 mil pesos, la motocicleta nueva, dos televisores, dos parlantes potenciados, cuatro teléfonos celulares y una cartera de dama que tenía documentos de toda la familia y tarjetas de crédito varias, entre otros elementos.
Fuga hacia corrientes
El escape no fue un problema mayor para los delincuentes, ya que la vivienda está ubicada a 100 metros de la avenida asfaltada y con salida rápida hacia Corrientes, provincia hacia donde se sospecha que escaparon los asaltantes.
Fueron los mismos afectados quienes alertaron a la Policía sobre el atraco, una vez que la banda se había ido del inmueble y motivó la inmediata intervención de la dirección de Investigaciones Complejas y de la Comisaría Decimoquinta, que trabajan para hallar a los autores del ilícito.
La causa investiga el titular del Juzgado de Instrucción Tres, Fernando Verón, quien en breve citaría a declarar a las víctimas.
Fuente: territoriodigital