La nena tiene diez años y en la declaración que hizo en la Cámara Gesell, pintó una historia de terror, donde aparece un jubilado que abusaba de ella y su propia madre, entregándola al hombre a cambio de dinero. Esto sucedió en la localidad de Puerto Esperanza y el acusado ya está detenido. En estos momentos, las autoridades judiciales analizan la situación de la mamá, quien padecería algún tipo de trastorno mental.
El hecho es investigado por el juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo de Martín Brítes. Esta dependencia, a instancias del mencionado magistrado, ha creado un grupo judicial especial para investigar los delitos de abuso sexual y de violencia de género. Esto obedece a la cantidad de hechos de este tipo que hay en su jurisdicción, que abarca la Ciudad de las Cataratas, Esperanza, Puerto Libertad, Wanda y Comandante Andresito.
La denuncia fue radicada ante la Policía en los primeros días de octubre por una tía de la víctima. La mujer se enteró de boca de la propia niña de lo que estaba sucediendo y acudió de inmediato a la comisaría.
Los uniformados dieron intervención al juzgado de Instrucción de Brítes, quien ordenó allanar la vivienda del acusado y el secuestro de un coche Fiat Siena en el que se movilizaba. También, claro está, el arresto del sospechoso, un jubilado de clase media de 64 años.
Pero lo más crudo llegó con el relato de la niña. Ella, que es de condición humilde, contó que desde principios de enero de este año, el hombre la pasaba a buscar los fines de semana con su coche y la llevaba a distintos lugares, donde la besaba, manoseaba y la sometía sexualemente.
Describió que a veces la llevaba a alguna cabaña y otras la violaba en el auto. El estudio médico que le practicaron a la niña confirmó que presentaba defloración de vieja data.
En su declaración, la pequeña aportó un dato hasta entonces desconocido: los abusos se concretaban con aval de su propia madre, a quien el jubilado le daba dinero para que le permitiera llevarse a la niña.
Al parecer, el abusador le daba plata a la nena, a la madre y también a una hermana de la víctima, de 18 años, que, se sospecha, también pudo haber sido víctima del ahora imputado.
El jubilado quedó muy cerca de la prisión preventiva. Por ahora está alojado en la comisaría de Puerto Esperanza. Pero luego sería trasladado a la Unidad Penal Tres de Eldorado.
En base a los dichos de la víctima, ahora analizan una imputación a la madre, porque además del delito de “delito sexual con acceso carnal gravemente ultrajante”, el episodio encuadraría también en la figura de “prostitución infantil”.
Fuentes del caso indicaron que la mamá de la niña padecería un trastorno mental. Sin embargo, esto se determinaría con una serie de estudios.
El hecho, por donde se lo mire, es escabroso y sorprendió a más de uno, porque el presunto responsable no tenía antecedentes.
Fuente: Misionesonline