La tradicional escuela de Oberá se lució en la Expotécnica 2016. Abrió sus puertas a la comunidad para mostrar los trabajos realizados por los estudiantes durante el año.
Generación de energía por esfuerzo y consumo; leds, la iluminación del futuro; levitación magnética; termodinámica y mecanismos; circuito automatizado en el banco hidráulico; corrosión de metales y su protección; reutilización del agua; aspiradora casera; trituradora de residuos orgánicos, son sólo algunos de los trabajos presentados por los alumnos en la Exposición Técnica Industrial y Comercial organizada por la Epet 3 “Polonia” de esta localidad.
La escuela abrió sus puertas para que todos puedan conocer de cerca todo lo realizado por los chicos durante el año escolar.
El director de la Epet 3, Jorge Romero, destacó el entusiasmo con el que participa toda la comunidad educativa de cara a la expo. “Para nosotros es motivo de alegría abrir nuestras puertas a padres, familias y vecinos de la ciudad. Además de formar un ciudadano responsable, los formamos en el saber hacer. Al concluir sus estudios están capacitados para el campo laboral y pueden tener su empresa constructora o propio taller industrial, entre otros”, indicó.
Alberto Yasinski y Francisco Szmandiuk, alumnos de quinto año, trabajaron en un sistema de sonidos mediante vibraciones para sordos. “El equipo capta sonidos, los transforma, amplifica y reproduce en un vibrador. Entonces la persona mediante el sentido del tacto puede reconocer las vibraciones y asociarlas a letras o palabras”, explicaron. “La idea siempre es trabajar en función a las necesidades de la sociedad, trabajamos en el laboratorio de electrónica de la Facultad de Ingeniería. No tiene costo elevado, ni es complicado armarlo, se trata de desarrollar un nuevo lenguaje. Por ahora probamos con algunos voluntarios, pero la idea es seguir desarrollándolo”, subrayaron.
Víctor Milder, con un grupo de compañeros de primer año “E”, presentaron el proyecto Ecoplásticos. “Consiste en hacer plástico natural, como alternativa para disminuir la contaminación. El plástico tarda miles de años en degradarse, nuestro material empieza a hacerlo a los dos días. Nuestro objetivo es utilizarlo para bio-plantines”, manifestaron los jóvenes. También expusieron sus trabajos alumnos de los cursos de formación profesional: modista/o, cocinero, pastelero. “El año próximo abrimos el curso de programador de computación”, anticipó Romero quien remarcó que “creo que la capacidad para el campo de la investigación e invención de nuestros alumnos, debe promover apoyo para el desarrollo de esa condición desde temprana edad y no esperar a quienes tienen un título universitario”, subrayó.
Una institución con trayectoria
Esta escuela de Oberá tiene más de cincuenta años formando a los alumnos de la Capital del Monte. Los títulos que otorga después de los seis años de cursado -según la especialidad que elija el alumno- son: técnico en equipos e instalaciones electromecánicas y maestro mayor de obras.
Pero existen gestiones avanzadas para sumar otras especialidades. “Queremos tener una tecnicatura en topografía, ya que es una profesión que no tiene oferta en esta parte del país y también en conservación de frío-calor, por el amplio campo laboral que presentan”, explicó el director quien anticipó que el ciclo lectivo venidero la institución recibirá equipamiento y capacitación en el área robótica: un grupo de docentes y 20 alumnos accederán al proyecto.
Con 23 años en el rol de director, Romero resaltó el crecimiento de la institución por el empuje y compromiso de quienes la integran. “En la actualidad tenemos seis divisiones en primer año y más de 200 alumnos para el próximo ciclo, por lo que estamos evaluando la necesidad de ampliar cantidad de cursos”.
Por otra parte recordó el proyecto de construcción de un auditórium. “Lo iniciamos en 2011. Necesitamos un espacio para actividades. El proyecto pasó por los diferentes estamentos y fue aprobado, está en manos del Iprodha, que debe ejecutarlo, pero quedó ahí”, señaló.
Fuente: Primera Edición