La diputada provincial Myriam Duarte manifestó su intenso repudio y fuerte preocupación por las declaraciones del referente de un grupo de neonazis obereño que amenaza actuar contra distintos grupos de la comunidad, según dio a conocer a través de una nota el periodista Daniel Villamea.
En la nota, el militante pro-nazi de 23 años que reivindica la figura de Adolfo Hitler pero que se mantiene en el anonimato, aseguró que odian a los extranjeros, a los homosexuales, a las prostitutas y a los villeros, entre otros sectores de la sociedad, y advierte que “todavía no actuaron”.
En su preparación para “limpiar la sociedad”, sobre todo de todo aquellos que sea “de izquierda”, pero donde no quedan exentos los negros, judíos, hippies, gitanos, latinos y otros, se preparan físicamente en los gimnasios, donde buscan “crecer mental y físicamente para enfrentar a los enemigos”, dice en sus declaraciones publicadas en el sitio www.cronicasdelmonte.com
La nota del periodista Villamea da a conocer esta situación que no es nueva para Oberá. Hace unos años, ya hubo en las paredes de la Facultad de Oberá pintadas contra los negros, haitianos, punk y hippies que viven en la ciudad, recordó la legisladora oriunda de esa ciudad, donde el racismo y la intolerancia parecen estar latentes. Lo curiosos es que manifiestan su odio a los extranjeros, en la ciudad que es capital nacional de la inmigración en Argentina y donde la gran mayoría de los habitantes son, justamente, descendientes de extranjeros.
“Los de los punks y hippies fue una pintada en el centro de Oberá hace unos diez años. Lo de la Facultad de Artes hace cerca de seis o siete años, acusando a los haitianos que sacaban lugares a los argentinos en la Universidad, desconociendo que la UNaM es una universidad pública y de acceso irrestricto. Las pintadas, en aquel entonces, aparecieron en las paredes y las veredas de las dos Facultades que tiene la UNaM en Oberá: en Artes y en ingeniería. La Facultad de Ingeniería pintó rápidamente las paredes escritas pero la de Artes, a pedido mío al entonces decano Eval Gastaldo, no las borró sino que trabajó sobre las pintadas y las resignificó. Me pareció entonces que no había que ignorar el hecho sino trabajarlo, y eso fue lo que se hizo”, explicó Duarte.
“Ahora, con estas declaraciones anónimas pero públicas, debemos volver a ocuparnos. Nos preocupa este tipo de actitudes en cualquier lugar el mundo, pero sobre todo en Oberá, una ciudad que es un crisol de razas y la Capital Nacional de los Inmigrantes. En ese sentido, me parece que es parte de la responsabilidad de todos evitar que estos grupos de odio avancen y actúen contra cualquier semejante. Por ello, exhortamos a los gimnasios, a las iglesias y a la comunidad toda a estar atentos, para evitar cualquier accionar de estos violentos”, expresó la legisladora.
Nota a la que hace referencia la legisladora
Testimonio del incipiente movimiento nazi en Oberá
“Quien no está con nosotros es nuestro enemigo”. Así, brutal y contundente, resumió un joven la filosofía que moviliza a un incipiente grupo de skinheads o cabezas rapadas que pretenden sentar bases neo nazis en la ciudad de Oberá. Se reconocen admiradores de la vida y obra de Adolf Hitler, niegan el genocidio judío durante la Segunda Guerra Mundial; exaltan el nacional socialismo, odian a los extranjeros y a los homosexuales, entre una larga lista, y a nivel local dicen combatir la prostitución y a los travestis.
El referente del grupo accedió al diálogo con Crónicas del Monte, con el requisito de mantener su identidad en reserva, ya que “la sociedad nos juzga sin conocernos”, argumentó M. El joven tiene 23 años, estudios terciarios y trabaja en una venta de repuestos. Es cordial en el trato cotidiano y responsable en su labor, más allá de su ideología extrema. “Te cansa cómo la juventud y la sociedad se van deteriorando, se van pudriendo. Y nosotros nacemos para tratar de limpiar esta sociedad”, aseguró con la mirada fija al cronista, como para acentuar sus convicciones. Enumeró una larga lista de “enemigos”: villeros, comunistas, anarquistas, hippies (“todo lo que sea de izquierda”), gitanos, judíos, latinos y negros; pero subrayó su bronca por la “cantidad de travestis y prostitución que hay en Oberá”. “No quiero que el día de mañana mis hijos se transformen en uno de ellos. Entonces tratamos que eso no se transforme en algo común, que la sociedad no se acostumbre a esa imagen y que todo de igual”.
Dialéctica y violencia
Según M., la primera instancia de su lucha “para limpiar la sociedad” pasa por la palabra, aunque el recurso de la violencia está siempre latente y por ello trabajan sus cuerpos para la pelea. Casi como una regla, los skinheads practican artes marciales o boxeo y son cultores del gimnasio: “Para nosotros crecer es una meta. Crecer mental y físicamente para estar saludable y también para enfrentar a nuestros enemigos”. “Porque sabemos que en un momento vamos a tener que usar la violencia, porque si no atacamos nuestros enemigos van a crecer y no podemos permitir eso”, subrayó convencido. De todas formas, aseguró que primero buscan combatir dialécticamente a sus enemigos. “No hablamos con los travestis ni las prostitutas, pero en nuestro entorno y a los conocidos les decimos que esas actitudes van contra una sociedad culta y razonable, que nos incomoda y nos preocupa pensando en las futuras generaciones”, explicó M. Y lanzó una amenaza: “Todavía no actuamos, pero tenemos objetivos marcados”.
Nacionalismo extremo
Como todo grupo ideológico, los cabezas rapadas obereños se nutren de material bibliográfico, en este caso las obras de Hitler, Mi Lucha y Raza y Destino, los libros que escribió el líder del Tercer Reich.“Hitler está siempre, es nuestro referente”, reconoció el entrevistado. Entre los preceptos de la filosofía neo nazi sobresalen el nacionalismo extremo y el racismo, por ello para pertenecer es requisito imprescindible ser rubio y nacionalista. “Los extranjeros ocupan los puestos de trabajo y muchos nacionales están desocupados. Por eso creemos que para proteger a su gente una nación debe ser racista”, argumentó. Pero también tienen enemigos internos. “Los villeros no quieren trabajar, quieren tener todo de arriba”, opinó M., haciendo gala del mismo prejuicio que criticó de entrada al referirse a la mirada que tiene la sociedad hacia su grupo. Al abordar el tema del genocidio judío -en donde se estima que fueron asesinados seis millones de personas-, el muchacho se puso a la defensiva y enarboló su visión revisionista. “Tendrían que haber sido muy grandes los campos de concentración. Como mucho murieron 60 mil judíos, y por causas del hacinamiento y las condiciones precarias”, justificó. Es más, argumentó que “la historia de los nazis fue escrita por quienes ganaron la guerra, y eso ayudó a tapar los crímenes de los aliados” en la Segunda Guerra.
Sobre Dios
La charla con el líder de los skinheads obereños transcurrió sin sobresaltos, con respeto mutuo y la intención de poner en escena una realidad más. “Todas las tribus urbanas son nuestros enemigos”, subrayó. Otro aspecto del nacional socialismo es la exacerbación religiosa y la mayoría de los cabezas rapadas son confesos católicos, aunque no practicantes. “Generalmente no vamos a la iglesia porque hoy en día es medio como un comercio”, reconoció. De todas formas, subrayó “actuamos en nombre de Dios, porque si Él creo distintas razas y nos puso en diferentes lugares, no tenemos porqué mezclarnos. Al actuar como actuamos lo hacemos por la voz de Dios”. También lo simbólico es vital en la liturgia neo nazi, con la cruz esvástica como emblema. “Para nosotros la bandera nazi está en el mismo escalón que la bandera argentina”, reconoció M. (Fuente: Portal Cronicasdelmonte.com)
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