Romina Balaguer, quien actualmente tiene 35 años, viajó desde España a la Argentina para enfrentarse a su padre biológico, Antonio Cisneros, al que denuncia por haberla abusado desde bebé y hasta los 18 años.
Romina, que no usa el apellido de su padre, enfrentó a Cisneros, de 66 años, el 3 de febrero pasado en un restaurante de la localidad bonaerense de Olavarría. Allí lo filmó mientras él comía y lo obligó a que admitiera que había abusado de ella desde pequeña.
La mujer tomó la decisión de buscar esta aberrante confesión, apoyada por una ONG que asiste a víctimas de abuso sexual, ANIMATE, y por un grupo similar de Barcelona.
Según cuenta, los abusos que sufrió la afectaron tremendamente, a tal punto que hoy pesa 40 kilos y está bajo tratamiento. Además dice que de niña guardó silencio, porque Cisneros la amenazaba con matar a su madre y a su hermano si hablaba.
Fuente: Infobae