Por quinto año consecutivo, Mirta Abreu encabeza una campaña denominada Moneda cero. Conciencia cien por ciento”.
El proyecto se implementa mediante afiches, la difusión de un spot publicitario en medios locales y presencia con cartelería en los semáforos del centro, donde se congregan los menores que piden monedas.
La intención de la campaña es generar conciencia al respecto y trabajar en prevención. La propia Abreu camina el centro y charla con los menores en situación de calle, instándolos a visitar el hogar e integrarse a las actividades que realizan.
“Si le das una moneda a un chico, le das una razón más para seguir en la calle”, reflexionó la docente y fundadora del Hogar Mercedita, quien además trata de acercarse y conocer los problemas de los pequeños en situación de calle.
Más allá de su vocación y conocida obra solidaria, la iniciativa de Abreu está avalada por su historia personal, ya que años atrás rescató y adoptó a un chico que estaba en situación de calle.
“Walter tenía 4 años cuando lo conocí en el semáforo y lo primero que me contó fue que la mamá le pegaba si no llevaba muchas monedas. Sufrió mucho y le quedaron secuelas de esa vida en la calle, pero salió adelante”, recordó emocionada.
Hoy Walter es mayor de edad, pudo estudiar, hizo deportes y cambió su vida para mejor, pero “todavía sé y me duele que haya tantos Walter en la calle”, lamentó Abreu.
Recordó que el pequeño recorrió las calles con su hermanito, dos años menor que él. “Me empecé a relacionar con ellos, iban al hogar y un día la madre me dijo: ‘maestra elija al que más le guste’”, comentó la docente.
“Con mi marido decidimos quedarnos con los dos, pero a los pocos meses la mamá se llevó al más chico. Vivían en San Miguel y al poco tiempo la mujer vendió el otro hijo por 100 pesos, pero intervino la Justicia y el nene se fue con el papá”, explicó.
La historia de estos hermanitos ilustra el drama de tantos menores en situación de calle que piden monedas para sostener el vicio de sus padres o los propios.
En ese sentido, Abreu consideró que “mucha gente piensa que con la moneda le ayuda a los chicos, pero en realidad los perjudica porque eso no les saca del peligro de la calle”.
Fuente: territoriodigital