El subsecretario de protección civil de la provincia, Ricardo Parra, realizó un resumen sobre los efectos de las lluvias del fin de semana. Señaló que no hubieron grandes problemas, comparado a aos anteriores, y que se asistió en total a 180 familias que en su mayoría son de Oberá y Campo Ramón. «El desafío es evitar que siga habiendo personas en lugares vulnerables a la vera de los arroyos», señaló el funcionario.
Según el subsecretario en la capital provincial «la sistencia fue poca porque no hubo grandes problemas, la municipalidad de Posadas asistió a algunos vecinos pero sin mayores inconvenientes». Además, aseguró que «en la semana se asistió a 180 familias en distintos puntos de la provincia» entre las que las situaciones más complicadas se dieron en Campo Ramón.
En la localidad del centro de la provincia «el sábado a la noche comenzó la autoevacuación», señaló parra en referencia a la movilización preventiva de los habitantes de lugares que se encuentran cerca de arroyos de pequeño porte que comenzaron a crecer por las lluvias. Según Parra, en Campo Ramón, una vez que bajaron las aguas «se volvieron a ir a sus casas».
Respecto de lo sucedido con el edificio del ejecutivo de Capioví, el funcionrio señaló que «fue espectacular por la cantidad de agua pero el mayor problema fue que la municipalidad quedó bajo agua» asegurado que no hubo problemas con familias dentro del ejido municipal. A modo de resumen, respecto de los lugares mas afectados señaló que se cortó la entrada a General Urquiza durante una o dos horas por la crecida del arroyo, «despues el arroyo Mbopicuá, que es un hilito de agua pero se desbordó» que cortó la circulación sobre la ruta nacional 12 por unas horas y el arroyo Perdiguero en la localidad de Santa María.
Respecto del la interrupción del tránsito sobre la Ruta Costera 2, Parra señaló que por la crecida del arroyo Perdiguero ya se logró reparar la cinta asfáltica, «que se rompió a unos 100 metros del puente por la presión ejercida por el agua que desbordó el cauce».
Consultado sobre la posibilidad de evitar nuevos anegamientos de zonas urbanas por medio de obras públicas el subsecretario señaló, «me imagino que hay lugares muy conocidos que sí tienen solución pero hay pequeños arroyos a la vera de los cuales hay personas en situación vulnerable, ese es el desafío», en referencia a las personas que no tienen acceso a la tierra y deben instalarse en estos predios con el peligro de sufrir las inundaciones.
De todas formas el funcionario señaló que «no podemos entubar todos los arroyos de la provincia» y que «la reocupación de lugares que son de riesgo es un problema social que debemos ir resolviéndolo «