Las víctimas tienen 11, 14 y 16 años. Producto de los abusos que habrían tenido lugar en San Javier e Itacaruaré, nació una criatura que hoy tiene 2 años.
Apenas siete meses le tomó a la Justicia provincial clausurar la instrucción en contra del presunto pastor acusado de violar a sus tres hijas, una de las cuales dio a luz producto de los abusos. Las pruebas en contra del imputado fueron determinantes y cercaron su destino: deberá responder en debate oral por los abusos contra las menores de 11, 14 y 16 años.
Así lo dictaminó la magistrada Selva Raquel Zuetta, titular del Juzgado de Instrucción 5 de Leandro N. Alem, Secretaría 1 de la letrada Yamile Scholles, en base a los elementos que obran en el expediente caratulado bajo el delito de “abuso sexual simple y con acceso carnal, gravemente ultrajante, agravado por el vínculo”, en relación con las tres víctimas.
El imputado tiene 49 años y está sospechado de ser protagonista de un calvario que duró alrededor de diez años, después de que su mujer, la madre de las pequeñas, falleció.
El hombre permanece tras las rejas y será juzgado una vez que se cumplimenten los trámites restantes ante el Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas. En caso de ser hallado culpable, puede llegar a purgar una condena de 20 años.
Perversión y sufrimiento
El caso trascendió a la opinión pública a través de PRIMERA?EDICIÓN, el miércoles 21 de septiembre de 2016. Días antes fue la adolescente de 16 años quien se animó a romper el silencio y brindar su relato ante las autoridades.
La menor de edad aseguró que desde hace una década era víctima de constantes violaciones por parte de su propio padre, un tarefero devenido en miembro de una iglesia de la zona del río Uruguay. Dijo, además, que producto de esos abusos había dado a luz a un niño de 2 años, tal como confirmaron luego las pericias genéticas.
Eso no fue todo lo que la adolescente contó. Aseguró además que el mismo calvario habían sufrido dos de sus hermanas, de 11 y 14 años, siempre después de la muerte de su madre. Los hechos ocurrían en los dos inmuebles donde la familia vivió a lo largo de esa década, primero en Itacaruaré y luego en San Javier.
Tras los exámenes médicos y la declaración en Cámara Gesell de las tres víctimas, entre otros elementos, la jueza Zuetta ordenó la inmediata detención del sospechoso, apresado el martes 20 de septiembre del año pasado. Desde entonces permanece tras las rejas.
A la espera de una denuncia
Al principio de la investigación surgió la hipótesis de que el hombre también abusó de una hermanastra de las víctimas, mayor de edad, quien producto de las violaciones dio a luz un niño que hoy tendría 10 años.
Sin embargo, aquella mujer no radicó denuncia al respecto y, en virtud de que se trata de un delito de instancia privada, la Justicia no pudo avanzar al respecto y esa línea investigativa quedó en la nada.
De todas maneras, el presunto pastor deberá ahora prepararse para responder en el banquillo por el calvario al que sometió a sus propias hijas.
Fuente: Primera Edición