Luego de una agitada semana, el 25 de mayo de 1810, los grupos patriotas encabezados por Manuel Castelli y Cornelio Saavedra logran imponerse a los miembros del Cabildo y fuerzan la renuncia de Baltasar Cisneros, primero al cargo de virrey, y luego a la presidencia de una efímera junta de gobierno designada el día anterior.
Tras una ardua votación queda establecida la que, para simplificar, con posterioridad fue conocida como Primera Junta, pero que en su momento fue denominada «Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a nombre del Señor Don Fernando VII».
Con sede en el Fuerte de Buenos Aires, la junta de nueve miembros presidida por Saavedra funcionó hasta el 18 de diciembre de ese año, cuando con la incorporación de los delegados de varias ciudades del virreinato, se conformó la llamada Junta Grande.
Con sus diferencias, escisiones, vacilaciones, enfrentamientos y oscilaciones, la junta de Buenos Aires fue la única de las expresiones autonomistas americanas de la época que pudo resistir con éxito la reacción absolutista y el asedio de los ejércitos españoles, convirtiéndose en baluarte de la emancipación americana y en una inspiración fundamental de las guerras de la independencia.
Fuente: Minuto uno