En Argentina cada 21 de junio se celebra el Día del Apicultor. La apicultura sigue su desarrollo y gracias al empuje de productores y empresarios, se posicionó entre las más importantes del mundo. Se destaca principalmente por la producción de miel, pero también es un importante productor y exportador de material vivo, de maquinaria y de insumos para el sector.
Desde la década del 80, Argentina se consolidó como uno de los principales países productores y exportadores de miel; internacionalmente reconocido por el volumen y calidad de su producción. La actividad, que ocupa directa e indirectamente a miles de personas, ha soportado diferentes crisis y contextos económicos desfavorables, pero supo salir adelante.
Argentina es uno de los principales exportadores mundiales de miel. Desde mediados de la década del 90, alternó con China el primer puesto. En el primer trimestre de 2009 se comercializaron 12.143 Tn. de miel, las operaciones fueron realizadas por 39 empresas. El mayor comprador fue Alemania, con 6.702 toneladas. Lo siguieron: Francia, 1.708 Tn.; Italia, 1.506 Tn.; Gran Bretaña, 1.107 Tn. y Japón, 231 TN. También se vendió miel a Estados Unidos, Bélgica, Australia, Suiza, Arabia Saudita, Libia, Marruecos, Holanda, Austria, España, Finlandia, Líbano, Angola y Ecuador.
La mayor parte de las exportaciones del sector, están constituidas por miel a granel. Sin embargo, en los últimos años ha comenzado una sistemática e ininterrumpida exportación de mieles fraccionadas.
Argentina produce y exporta además maquinarias y equipos para la extracción y procesamiento de miel, especialidades veterinarias, partes de colmenas, cera, propóleos, reinas fecundadas, servicios de consultoría y software. Todos ellos, con una creciente demanda internacional por su excelente relación precio-calidad.
La principal zona apícola de Argentina, coincide con la región pampeana, en cuyas praderas se asientan más del 70% de las colmenas del país. No obstante, la mayor parte del territorio nacional es apto el desarrollo de la actividad. El rendimiento promedio de miel es de alrededor de 30 kilogramos por colmena y por año.
Desde el punto de vista apícola, Argentina, puede dividirse en 9 grandes zonas, con diferentes características agroclimáticas y de vegetación. La amplia dispersión territorial de la actividad, permite obtener y ofrecer al mercado una gran variedad de mieles con características organolépticas diferenciales.
Particularmente Entre Ríos ha tenido un desarrollo muy importante y hoy, cientos de productores llevan a cabo esta actividad. En cuanto a cantidad de apicultores y de colmenas, estaría en segundo lugar, después de Buenos Aires. La provincia de La Pampa, cuenta con los apicultores de mayor tamaño y Misiones, por su parte, se encuentran los apicultores más pequeños con una media de alrededor de 15 colmenas por apicultor.