«Siento mucha impotencia y dolor, pero sobre todo mucho miedo. Esto ya me supera. Estoy devastada», reconoció la docente Griselda Montero (43), quien ayer radicó una nueva denuncia contra la madre de un alumno, la misma que el 23 de junio pasado la atacó a golpes en la Escuela 185.
Pero cuando parecía que nada podría ser peor a lo sucedido, el propio esposo de la agresora alertó que la mujer pretende conseguir un arma para asesinar a la maestra de su hijo y a la vicedirectora.
El hombre había sido convocado por la directora Amanda Hartfield, otra vez, para tratar la mala conducta de su hijo, oportunidad en la que relató que él mismo tiene temor a las reacciones de su esposa.
«Hoy a la tarde (por ayer jueves) fue a la escuela el marido de la mujer que me agredió y nos dijo que la esposa quiere conseguir un arma para matarme a mí y a la vicedirectora. Que no le cuesta nada esperarme a la salida y seguirme. Incluso, el 23 de junio había puesto en la cartera un encendedor, una botellita de alcohol y un cuchillo, pero el hijo que es mi alumno sacó todo sin que ella se diera cuenta antes de salir de la casa. Ella no sólo quería pegarme», relató angustiada.
En diálogo con El Territorio, se mostró desesperada ante el riesgo latente, sobre todo teniendo en cuenta que la agresora tendría antecedentes psiquiátricos y que actualmente no está en tratamiento.
«El marido contó que se mudaron de Apóstoles porque allá tenía más de diez denuncias. Dijo que dejó de ir al psiquiatra y que no toma la medicación. También contó que en una oportunidad trató de quemarlo a él», aseguró Montero.