El diputado nacional Jorge Franco dijo que le interesa el aspecto medicinal de la cannabis y observó que el consumo de drogas trae problemas. Sostuvo que en Uruguay la temática fue tratada por el lado recreativo mientras que acá fue muy diferente. “En ese país el concepto es que si una persona adulta decidió consumir una sustancia el Estado tiene que generar las condiciones para que tenga buena calidad y que no afecte su salud, eso es lo que ellos piensan. Nosotros planteamos al revés”. En ese sentido, recordó que mantuvo contacto con madres que tenían chicos con epilepsia refractaria y encontraron en el aceite de cannabis una sustancia complementaria que mejoraba la cantidad de las convulsiones. De 400 veces al día pasaron a tener una o dos por semana.
Franco también mencionó que escuchó planteos de madres cuyos hijos padecían parálisis cerebral. “Era una cuestión de humanidad y por eso los colegas en las dos Cámaras” del Congreso dieron su acompañamiento a proyecto aprobado. Agregó que hubo mucha participación, desde la Iglesia hasta el propio Presidente quien dijo que desde el punto de vista medicinal había que estudiar el tema.
“El proyecto estaba trancado. Cuando yo empiezo a plantear desde la órbita de la salud, a decir que el Estado tenìa que estudiar si eso funcionaba o no. Tenemos el Anmat, el Conicet, el Inta”, observó el legislador.
Tras varias reuniones con representantes bancadas y conocer legislaciones de otros países, como Chile e Israel, avanzaron en la propuesta parlamentaria que se adaptara a la realidad local.
El legislador sostuvo que las madres consiguieron encontrar el tipo de genética que le hace mejor a su hijo. “Si una mamá decidió poner en tela de juicio su libertad para ayudar a un hijo, una hija, qué podemos decir nosotros, qué más prueba de amor”, destacó.
Según Franco, las madres están cultivando marihuana porque se trata de la salud de sus hijos. “Y cultivan adultos porque se trata de sus dolores. Y mucho en Misiones, más de lo que se cree”, enfatizó.
Recordó que la ley 23.737 es bien clara y establece que no se puede plantar. “Les decía y ellas contestaban que por la salud de sus hijos daban cualquier cosa. Por eso digo que no creo que un juez tenga problemas en interpretar la ley de la forma más benévola posible hacia esas personas”, consideró.
El Diputado agradeció a sus colegas el acompañamiento de su iniciativa.
Franco recordó, además, que el delito en relación al narcotráfico aumentó así como el movimiento económico, las enfermedades y la cantidad de adictos. “Hay 250 millones de adictos en el mundo de los cuales solo el 10 por ciento tiene problemas con su adicción. Me parece que los líderes del mundo deben a volver a discutir y replantearse la estrategia de lucha contra el narcotráfico. Me parece que más que prohibir hay que regular, controlar y tratar de que las adicciones, que son enfermedades, sean elementos de salud pública y no que sean una cuestión de seguridad”, expresó.
En este sentido, comentó que mantuvo encuentros con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien le planteó que no se puede tratar un problema de salud con un criterio de seguridad. Hay que darle la lucha al narcotráfico. Es muy bueno el trabajo que está haciendo la Policía, cómo está avanzando desde el Ministerio de Gobierno. Que el Estado se ponga al frente en la pelea contra el narcotráfico pero en el mundo me parece que hay que rediscutir las estrategias. Hoy la ONU ya está discutiendo y ya hay recomendaciones”, remarcó.
Puntos principales de la Ley
En su artículo primero, establece “un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico o paliativo del dolor de la planta de Cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud”.
El eje de la iniciativa es la creación de un “Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales”, en la órbita del Ministerio de Salud.
Entre sus numerosas funciones, este programa deberá “garantizar el acceso gratuito al aceite de cáñamo y demás derivados del Cannabis” a todos los que se incorporen al programa, e “investigar los fines terapéuticos y científicos” de la sustancia.
La autoridad de aplicación, que deberá determinar el Poder Ejecutivo, podrá autorizar el cultivo de Cannabis por parte del Conicet y el INTA con fines investigativos y para elaborar la sustancia destinada al tratamiento.
Una de las claves está en el artículo 7, que indica que la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) “permitirá la importación de aceite de Cannabis y sus derivados”, hasta que el Estado esté en condiciones de producirlo.
Fuente: Noticiasdel6