OBERÁ. Cristian Salguero nació hace 32 años en el barrio Parque Adam, de Posadas, en un hogar en situación de pobreza, y siente que fue tocado por la varita mágica cuando interpretó al jefe de un grupo de chicos marginales en la remake de la película «La Patota», dirigida por Santiago Mitre, con talentosos actores como Dolores Fonzi, Esteban Lamothe y Oscar Martínez, entre otros.
En julio, el actor misionero volvió a su tierra natal de la mano de la 14ta Edición Internacional del Festival Oberá en Cortos, donde presentó la película «El Invierno», filmada en el sur y que lo tiene como protagonista.
En julio, el actor misionero volvió a su tierra natal de la mano de la 14ta Edición Internacional del Festival Oberá en Cortos, donde presentó la película «El Invierno», filmada en el sur y que lo tiene como protagonista.
Definió su trabajo en el largometraje como «muy difícil”, y no imaginó que sería tan bien recibido por el público, la crítica y cosecharía premios internacionales.
Cristian está feliz porque se viene el estreno en Telefé y TNT de la tira «Un gallo para Esculapio», cuyo escenario es el mundo de las riñas de gallo y piratas del asfalto en el conurbano bonaerense, dirigida por Bruno Stagnaro, y en la que actuará con Peter Lanzani, Luis Brandoni y Eleonora Wexler. «Fue un placer trabajar junto a muy buenas figuras de la actuación», dijo.
Además, dos producciones locales lo tendrán protagonista: «Manduricio» y «Urú y otros relatos de la tierra roja», ambas ganadoras del Concurso Federal de Episodios Web del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
Cristian está feliz porque se viene el estreno en Telefé y TNT de la tira «Un gallo para Esculapio», cuyo escenario es el mundo de las riñas de gallo y piratas del asfalto en el conurbano bonaerense, dirigida por Bruno Stagnaro, y en la que actuará con Peter Lanzani, Luis Brandoni y Eleonora Wexler. «Fue un placer trabajar junto a muy buenas figuras de la actuación», dijo.
Además, dos producciones locales lo tendrán protagonista: «Manduricio» y «Urú y otros relatos de la tierra roja», ambas ganadoras del Concurso Federal de Episodios Web del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
Ocupado en proyectos comunitarios
El joven que estudió teatro en Misiones con Carolina Gularte y Eduardo Giménez es consciente que pasó casi sin escala de ser un chico de barrio, a una figura de la pantalla grande. Aunque aclara: «La fama no me cambió para nada, sigue en permanente contacto con mi familia y mis amigos».
Actualmente vive en Capital Federal por cuestiones laborales; pero en Posadas está su pequeño hijo, y cada vez que puede viaja a visitarlo.
En Buenos Aires sigue estudiando cine, y además comenzó a dar está clases en Villa Soldati, y colabora con muchos proyectos sociales en barrios en situación de emergencia social.
«Estoy muy agradecido a la vida por haber tenido la suerte de cambiar mi trabajo de ese momento (era ayudante de albañilería antes de «La Patota») por la actuación, y que eso inspire a muchos jóvenes con las posibilidades de que hay un mundo posible más allá del barrio. Es fascinante saber que lo que hago puede incentivar a otra gente”, agregó el artista.
En cuanto a como ve la situación del cine argentino, sostuvo: «Siento que evolucionó mucho, y que eso me permite aprender todo el tiempo».
En ese sentido subrayó que la producción nacional, «es más admirada en el exterior que acá mismo. Además hay muchos realizadores interesados en hacer cine, y a algunos no les importa si tienen dinero o apoyo, porque minimizan los gastos y hacen cine con lo que pueden y con lo que tienen», indicó Salguero.
«Estoy muy agradecido a la vida por haber tenido la suerte de cambiar mi trabajo de ese momento (era ayudante de albañilería antes de «La Patota») por la actuación, y que eso inspire a muchos jóvenes con las posibilidades de que hay un mundo posible más allá del barrio. Es fascinante saber que lo que hago puede incentivar a otra gente”, agregó el artista.
En cuanto a como ve la situación del cine argentino, sostuvo: «Siento que evolucionó mucho, y que eso me permite aprender todo el tiempo».
En ese sentido subrayó que la producción nacional, «es más admirada en el exterior que acá mismo. Además hay muchos realizadores interesados en hacer cine, y a algunos no les importa si tienen dinero o apoyo, porque minimizan los gastos y hacen cine con lo que pueden y con lo que tienen», indicó Salguero.
El arte como herramienta de transformación
Cristian Salguero defiende el arte como herramienta de transformación, y de la misma manera que él tuvo la gran oportunidad en el cine, fomenta y colabora con acciones en las que los jóvenes pueden aprender, expresarse, incorporar nuevos elementos incluso para la vida cotidiana».
Opinó que en el contexto actual que que vive el país, «es un momento difícil, pero creo que en situaciones como éstas es cuando también deben afloran nuevas formas de expresión cultural que favorezcan el intercambio y el desarrollo social».