A días de un nuevo operativo de evaluación Aprender, la ministra de Educación de Misiones, Ivonne Aquino, advierte sobre los riesgos de generar “rankings” y reflexiona sobre el contrasentido de reclamar calidad sin poner en perspectiva a la educación.“Universalización no es homogeneidad”, explica para marcar las diferencias entre una escuela del centro porteño y otra de una zona rural de Misiones, donde, sin embargo, hubo excelentes resultados en la última evaluación federal.
En un reportaje concedido a Economis, Aquino pone en cuestionamiento el retroceso del Estado nacional en la inversión educativa, mientras que en paralelo se mira con lupa la calidad educativa y la falta de preparación para ingresar al mercado laboral.
También se revela que la promocionada reforma educativa que está anunciando el Gobierno nacional no es más que un desprendimiento de una resolución de 2009 en base a la ley de Educación sancionada y vigente desde 2006. Pero más le preocupa el recorte paulatino de fondos para salarios e infraestructura, además de programas educativos. Se redujo el flujo del Conectar Igualdad y hay otros programas en duda, como los Centros de Actividades Juveniles e infantiles.
Sobre los cambios en la educación que promueve la Nación, Aquino sostiene que “se establecen dinámicas de trabajo y la organización de espacios curriculares no en base a disciplinas científicas, sino como articuladores interdisciplinarios y otras cuestiones que son más delicadas, porque afectan a los presupuestos provinciales, que tienen que ver con la unificación de las horas en cargos docentes y la extensión de las jornadas en escuelas secundarias. Este es más o menos el panorama general”.
¿Qué significa la unificación de las horas en cargos?
En Misiones los docentes de secundaria cobran por hora cátedra, salvo aquellos casos de escuelas técnicas o auxiliares y preceptores. La transformación implica la concentración del trabajo docente en una o dos escuelas. En Misiones el docente puede concentrar hasta dos cargos o un cargo de 21 horas. Eso implicaría mover el mapa, sobre todo en la ruralidad, que es nuestro contexto. En Misiones el mayor porcentaje de horas está distribuido en contextos rurales. Obligará a revisar la planta orgánica funcional de cada establecimiento.
¿No van a alcanzar los docentes?
Probablemente alcancen los docentes, pero implicará un incremento de presupuesto, porque el cargo quedará en una escuela y habría que generar otros para las demás escuelas.
¿Y cómo está el sistema educativo en Misiones?
En Misiones se viene haciendo la actualización de las plantas funcionales de las escuelas secundarias. Llevó tiempo, pero estamos bien. En base a ese trabajo se está haciendo un análisis por zona. Posadas, Candelaria, Garupá, Oberá, tienen una realidad en cuanto a cantidad de docentes, horas y escuelas. Otras zonas tienen establecimientos más aislados, alejados unos de otros, que es otra realidad. Lo que hemos priorizado en Misiones es un trabajo fuerte en lo pedagógico didáctico. Desde que asumimos empezamos a desarrollar un programa de innovación educativa, que tiene su principal foco en la innovación pedagógica, que atraviesa cualquier modalidad de la escuela secundaria. Se inició en la técnica, pero porque había que iniciar en algún lado. Se está trabajando en casi 30 escuelas técnicas, pero queremos que se extienda al resto. Allí proponemos la mirada de los equipos docentes, ya no individual del docente, sino en función del proyecto curricular de cada escuela, para ver cómo se puede aprovechar mejor el tiempo en el que están cara a cara con el grupo de alumnos. ¿Por qué? Porque percibimos que hay mucha capacitación docente sobre estas modalidades de trabajo: el aula taller, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje por proyectos. Todas modalidades didácticas que tienen décadas de desarrollo, pero que llegado el momento de la implementación, no lo puede hacer un docente solo, lo tiene que hacer la institución. Anclar una propuesta con una plataforma que aprovecha el tiempo del chico fuera de la escuela, que vincula con la familia, porque la plataforma Guacurarí tiene la ventaja de que todo el contenido puede ser trabajado con la familia, con los padres, fuera del horario escolar. Entonces cuando se encuentra el docente con el alumno, puede aprovechar el tiempo en la escuela, los 25 o 30 minutos que el docente empleaba para explicar el contenido, está en los recursos tecnológicos que tenemos, que son masivos y gratuitos. Ese tiempo es reemplazado por el debate, taller, estudios de casos, de proyectos, de situaciones problemáticas, donde se usa esa información pero para resolver un problema y encontrar una solución.
En los últimos meses hubo una demonización política sobre el estado de la educación ¿Cuál es el diagnóstico que tienen ustedes?
En Misiones hay una realidad que no nos vamos a cansar de repetir, porque tiene que ver con la expansión del sistema educativo para todos los misioneros. En este momento nos toca vivir una transformación significativa de la política educativa, que es de clara expansión e inclusión de todos los misioneros dentro del sistema en todos los niveles y modalidades. Los números cantan esa realidad. Aumento en cantidad de escuelas, de salitas de cuatro y cinco años, en cantidad de cargos docentes y horas cátedra y de niños y jóvenes que asisten al sistema educativo. Allí tenemos un punto importante que hay que poner en perspectiva en este momento de la educación del siglo XXI. Estamos viviendo los misioneros un cambio muy fuerte del paradigma de un sistema educativo para algunos, a uno para todos. Eso implica una inversión enorme del Estado provincial para garantizar que en cada rinconcito de la provincia, haya una propuesta educativa.
Con respecto a la educación inicial, el problema lo avizoraba el actual gobernador Hugo Passalacqua cuando fue ministro de Educación. Planteó en ese momento que Misiones debía trabajar para que en 15 o 20 años se notara la diferencia en el acceso. Estuvo bien pensado focalizar en niveles iniciales, garantizar salas, cargos y formación para el nivel inicial. En este momento vemos los efectos y estamos en otra etapa, porque en nivel inicial, desde 2015 trabajamos en un programa de alfabetización que articula salas de cuatro y cinco con los primeros grados de primaria. En esos cuatro primeros años de escolarización se afianzan capacidades básicas en lectoescritura, que es clave para garantizar la permanencia de calidad en todo el sistema educativo.
El otro punto de articulación es la finalización de la primaria con el inicio de la secundaria. Ahí también hay una decisión educativa de aumentar el número de secundarias, para que los niños que egresan de la primaria, tengan por lo menos un colegio donde estudiar en su lugar. Por suerte, en este momento ya hay más de una en cada pueblo. Además, la ley de fortalecimiento de la Educación Técnica, garantiza a diez años, una escuela técnica por localidad. Ahora estamos en el centenar, entre técnicas y agrarias. Hay municipios pequeños en los que no hay urgencia de crear una escuela técnica, porque en el municipio cercano, hay una escuela y se pueden trasladar con el boleto estudiantil gratuito.
Cuál es el diagnóstico que se puede hacer del estado de la educación?
Descartar la idea de enfermedad, porque hay un crecimiento exponencial del sistema educativo. Estamos en una etapa de fortalecimiento de la educación en Misiones, con mucho trabajo pedagógico y didáctico. Hay oferta de nivel superior, en institutos de formación y universidades que garantizan que haya docentes de nivel inicial, primario y secundario, formados en Misiones.
El Gobierno nacional habla de una mala calidad educativa…
Se puede hablar de calidad y cantidad. Pero ahí hay una diferencia de miradas. Una cosa es que hagamos un corte y miremos esto sin poner en perspectiva la educación y nos comparemos con Europa o países desarrollados y otra cosa es hacer un análisis en perspectiva. Insisto, la secundaria es obligatoria en la Argentina recién a partir de la sanción de la ley de Educación nacional. Es nuevita, desde 2006. Por tradición, la escuela secundaria fue tomando forma, pero si pensamos en lo que llevó la ley Sarmiento para que el Estado nacional garantizara que la obligatoriedad fuera cumplida como un derecho, pasaron cien años. Ahora en una década se quiere analizar la calidad de la secundaria.
Argentina viene de una profunda crisis en 2001, con pobreza y desempleo extremos. ¿Se sienten los efectos en términos pedagógicos?
Pensemos… Los chicos que nacieron en familias que vivieron esa crisis, están transitando o están a punto de terminar la secundaria. Es una variable social y económica que impacta directamente en el sistema educativo. Las familias que en 2001 tuvieron que priorizar la olla, son las de estos chicos que en su gran mayoría hoy están en el sistema. Es entendible que haya que trabajar muchísimo lo motivacional y que no alcancen parámetros. Por eso es importante que haya una política educativa universal. En Misiones nunca nos vamos a oponer a transformaciones en la educación, al contrario, la Provincia va marcando pautas de innovación. Pero esas transformaciones deben cubrir el universo de la población, no ir a una experiencia piloto, en Posadas, con diez escuelas. Para nosotros un paso del programa Conectar Igualdad, además de garantizar la conectividad con Marandú, hubiera sido ampliar la cobertura de netbooks a otras escuelas que todavía no han recibido. En Misiones, la mayoría de las escuelas de gestión privada, tienen una población igual a las públicas.
¿Conectar Igualdad se cortó?
Se discontinuó. El flujo de equipamiento al que estábamos habituados, no se está dando. Se están haciendo algunas entregas. Hubo una gestión de Flavia Morales por aulas digitales móviles para 300 primarias, ahora se están entregando netbooks a los primeros años de secundaria, pero comparado al ritmo que teníamos…
Volvamos al concepto de universal. ¿Una política aplicada para una escuela porteña puede ser igual a una de Misiones?
No. Cualquier decisión de política educativa, debe llegar a todos. Pero no quiere decir que sea homogénea. Hay una gran diferencia entre Buenos Aires y el resto.
Esto también va en recursos…
Por supuesto, tiene que ver con poder adaptar la política educativa a cada realidad. No nos vamos a negar a programas como Escuela del Futuro, que tenemos a cien escuelas anotadas. Pero en Misiones tenemos a más de 400 escuelas y quisiéramos que todas tengan la posibilidad de acceder. Eso es universal.
¿Se puede mejorar la calidad con contracción en la inversión?
No, de ninguna manera. En la última reunión del Consejo Federal tuvimos datos globales sobre el proyecto de presupuesto nacional y hemos expresado nuestra preocupación. Sobre todo en este proyecto de Secundaria 2030. Plantear una modificación de las variables en el sistema de todo el país sin tener un debate en paralelo y una decisión de recursos genuinos que vayan al sistema… es un poco difícil. Misiones ha hecho un esfuerzo enorme, con un presupuesto aprobado de más del 30 por ciento de los recursos para la educación. Una señal clara de la importancia que tiene en la agenda la educación.
En Misiones, ya hubo una retirada del Gobierno nacional respecto de afrontar el ex artículo 9, que está siendo asumido con fondos provinciales. El año que viene aumenta al 50 por ciento el recorte. Por mes son más de 40 millones. Este año Misiones absorbió el 25 por ciento y el año que viene irá al doble. Entonces, las provincias asumimos el mayor costo que es el pago de salarios y en el caso nuestro, también de infraestructura. Necesitamos que la Nación tenga en cuenta, que acompañe este proceso, no solo con buenas ideas y programas, sino con recursos. Misiones tiene su plan de jornada extendida que abarca a 50 escuelas con comedores. En total, son 15.500 estudiantes los que ya van a escuelas de jornada extendida.
Hace mes y medio una funcionaria nacional aseguró que ya se había puesto en marcha una reforma educativa en Misiones. ¿Puede aclarar qué sucedió?
Hablé con Mercedes Miguel –secretaria de Calidad Educativa-. La llamé para preguntarle de qué hablaba. Hacía referencia a Escuelas del Futuro, que es el programa que trabaja en 100 escuelas, y que empezaría el año que viene. Se interpretó que “cambiamos” la secundaria. Pero es un programa focalizado. Siempre vamos a estar abiertos a estos programas, pero con la expectativa de que se universalice.
Este año la meta de inflación volvió a incumplirse ¿hay presión de los gremios por el salario?
A nivel nacional y algunas provincias se planteó una cláusula gatillo. Nosotros fuimos claros de entrada. Anticipamos las reuniones a febrero, que nunca se había dado que tan temprano cerráramos salario, con un fuerte compromiso del Estado provincial de que todo aumento vaya al básico. No hablamos de etapas de aumentos, lo dimos en una sola vez.
¿Cómo está la relación con los gremios? ¿Qué se avizora?
Vamos a sentarnos a negociar nuevamente cuando sea el momento. Nosotros con la tranquilidad de haber cumplido la palabra empeñada.
Se viene un nuevo operativo Aprender ¿Qué se espera en Misiones?
Se hace el 7 de noviembre y se incorpora el Enseñar, destinado a los alumnos que están en el último tramo de la formación docente, que se hace el 31 de este mes.
¿Espera mejorar?
Hubo un trabajo sostenido desde el año pasado. El año pasado fue acelerado y nos tuvimos que acomodar rápidamente. No lo digo yo, sino Elena Duro, quien destacó la predisposición del equipo de Educación de adaptarse para que el operativo sea un éxito. Este año decidimos con la subsecretaría y el equipo de coordinación, ser más previsibles. Es un trabajo pedagógico. La evaluación forma parte del proceso de enseñanza y aprendizaje. Involucrar a los supervisores, trabajar en las instancias institucionales y con los alumnos. Ayudar a leer los datos a los directores. Una cosa es tener el dato y otra cosa es el análisis y qué decisión se toma.
El periodismo y la política hacen un ranking de los resultados…
Un ranking. Eso es nefasto. Le habíamos pedido al ministro de Educación, Esteban Bullrich evitar por todos los medios que este operativo sea tomado como un ranking. Le hemos planteado el total desacuerdo con la utilización de la información dando a conocer, antes que a los ministros, que la escuela está mal. En realidad, en Misiones, sorprendió gratamente el proceso de mejora continua que se viene dando. La otra cuestión que es importante tener en cuenta en Misiones son los resultados en escuelitas rurales. Cada escuela tiene esa información. La conclusión fue llegando de las propias escuelas. Creemos que este año nos va a ir bien.
Todos los ministros del NEA y NOA estuvimos trabajando para colaborar, fortalecer, aportar, las realidades son similares. Con la diferencia de que en Misiones, el impacto de las técnicas fue muy importante.
Se cuestiona que los chicos no están preparados para entrar al mercado laboral…
Como equipo de trabajo, plantemos el fortalecimiento de los eslabones de articulación entre educación y trabajo. Hemos realizado cinco foros con Educación, Agro, Industria, Trabajo, Agricultura Familiar, empresas e instituciones de formación docente, analizando aspectos puntuales de la realidad misionera sobre software, agro, energía, hidrovía, que tienen que ver con el desarrollo y la creación de puestos de empleo. Es cierto, los jóvenes egresan y hay que acompañarlos en ese ingreso al mundo laboral. Tenemos un programa que se llama Capacítate.
O sea, se hacen pasantías, no hay que demonizarlas…
Por supuesto, lo estamos haciendo. Con espíritu innovador. Pero también hay que contar que hay una efervescencia importante a través de los centros de actividades juveniles, y uno recorre las escuelas que tienen Centros de Actividades Juveniles los sábados y es como si fuera un día hábil. Con desarrollo tecnológico, artístico, literatura. Ahora, hay que ver cómo se contagia eso en el día a día de las escuelas.
Esos centros, sin embargo, corren el riesgo de desaparecer. La Nación anunció que no es prioridad sostener los Centros de Actividades Infantiles. La Provincia los absorberá con el plan local “La Escuela Sale del Aula”. Todavía no se sabe qué futuro tendrán los CAJ.
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