El suelo, base de la productividad yerbatera, es el protagonista en el trabajo que realizan estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) becados por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
Los jóvenes (siete en total) de la casa de estudios de la UNNE que reciben las Becas Estudiando con el Mate enfocaron sus trabajos de investigación -un requisito del INYM para acceder al beneficio- en dos temas vinculados a la productividad: las malezas y cubiertas verdes.
Malezas, buenas y malas
Para el caso de las malezas, la ingeniera agrónoma y doctora Gabriela López, coordinadora de los alumnos, contó que “son cuatro los becarios del INYM que están estudiando el tema en distintas localidades de Misiones: Monte Carlo, Apóstoles y Concepción de la Sierra, relevando las distintas especies que hay en el suelo y que le quitan luz, agua y nutrientes a las plantas y el comportamiento de las mismas”, y explicó que los resultados “permitirán hacer un control más eficiente, por ejemplo erradicando a las más agresivas y dejando las que no son competitivas y que pueden actuar como una cubierta de la tierra, lo que asegura una mayor productividad, siempre apuntando a disminuir la cantidad de compuestos químicos”.
La experta, quien además es la responsable del Centro de Malezas de la UNNE, destacó como relevantes los estudios en marcha teniendo en cuenta que “malezas en yerbales es un área de vacancia, o sea prácticamente nadie se ocupa de ello, y prioritario porque han aparecido malezas muy resistentes”. Indicó que “los estudiantes becados van a actuar como nexo para poder divulgar y seguir el día de mañana el monitoreo”.
“Tener conocimiento sobre las malezas es importante por muchas razones, fundamentalmente porque uno conociendo bien la malezas y sabiendo lo que hay en el suelo, puede hacer un control más eficiente y siempre apuntando a disminuir la cantidad de compuestos químicos, y nuestros estudiantes se están formando en ese sentido”, señaló López.
“Hay una gran variedad de malezas, mucho más de lo que uno cree”, enfatizó Lucas Pawluk, de cuarto año de Ingeniería Agrónomo en la UNNE. “Uno cuando va a la chacra ve dos o tres, y en realidad podemos decir que hay 30 o 40, algunas más importantes que otras, algunas atacan de una forma y otras, de otra forma”, agregó Kevin Knott, quien cursa el quinto año de la misma carrera. “Las más difíciles son las trepadoras, como el isipó, que afectan directamente al cultivo porque trepan a la planta y cubren las hojas”, consideró.
Todos los conocimientos de las investigaciones que realizan serán volcados a un libro que podría estar terminado en dos años.
Estilosante, con doble propósito
Sobre cubierta verde, el ingeniero agrónomo Ricardo Vanni, docente en la UNNE, reveló una experiencia inédita que impulsan en una chacra ubicada en Aristóbulo del Valle, junto al becario Fabio Podkowa. “Vamos a estudiar la asociación del cultivo de yerba mate a Estilosante (Stylosanthes capitata), una leguminosa que aporta nitrógeno, evita la erosión del suelo y puede ser cortada dos o tres veces por año para usar como forraje, con 10 por ciento de proteína, que puede destinarse a la ganadería de la propia chacra o bien comercializarse”, detalló.
Vanni indicó que la leguminosa “es una planta nativa, tiene como pariente cercano al maní, y es propia de la zona de subtrópico, con temperaturas medias de 24 grados; y la idea es probar esta cubierta en el interlíneo de yerba, para aportar nitrógeno al suelo y evitar su erosión, y al mismo tiempo ofrecer una alternativa más al productor ya que es una una forrajera, sirve de complemento para ganadería”.
Esta experiencia está en la etapa inicial en tres parcelas de 5 por 10 metros en una chacra de Aristóbulo del Valle, donde se sembrarán unos 600 gramos de semillas de Estilosante, previo análisis de suelo. “¿Los resultados? Son a largo plazo, pero tenemos muchas y buenas expectativas”, dijo Vanni.
“Nosotros como alumnos, y el INYM al darnos el respaldo, estamos devolviendo conocimiento útil al sector”, evaluó el universitario Fabio Podkowa, quien cursa el cuarto año de Ingeniería Agrónomo en la UNNE. “Estamos expectantes por los resultados del ensayo, que recién empieza y que nos entusiasma, para conocer el comportamiento de la leguminosa y las mejoras que pueda aportar, evitando erosión y pérdida de nutrientes”, agregó.
Formación de recursos humanos y generación de conocimiento
El INYM brinda apoyo a la educación y a la investigación vinculada a la producción, elaboración y consumo del producto a través de las Becas Estudiando con el Mate otorgada a alumnos de escuelas secundarias y universitarias de la zona productora (Misiones y Corrientes).
En este 2017, el organismo estableció para el Programa Estudiando con el Mate la asignación de 13.000 pesos anuales a los alumnos becarios de nivel secundario, y en 4.000 pesos por mes a los alumnos universitarios.
Este apoyo está orientado a hijos de productores o trabajadores yerbateros que cursan en escuelas con orientación agrícola o en facultades las carreras de Ingeniería Agronómica, Ingeniería en Alimentos, Ingeniería Electromecánica e Ingeniería Química, en Misiones y Corrientes.
En el nivel secundario, se busca facilitar su inclusión y permanencia en las instituciones educativas, y a estimularlos a generar la inquietud del aprendizaje a través del desarrollo de un trabajo sobre yerba mate, uno de los requisitos para acceder al beneficio; y en el nivel universitario, apuntan a la formación de recursos humanos altamente capacitados para el sector, ya que se les exige la participación en un proyecto de investigación científica vinculada a la yerba mate.
Entre las funciones del INYM, establecidas en la Ley 25.564, se encuentra la de facilitar capacitación específica y formación de recursos humanos de quienes brindarán sus conocimientos en beneficio del sector yerbatero.