Este miércoles Marcial Alegre rompió el silencio. Era el único de los tres imputados por la llamada Masacre de Panambí que no había declarado ante el Tribunal Penal de Oberá, donde se lleva adelante el juicio por el asalto y asesinato de Oscar Carlos Knack, su esposa Graciela Mojsiuk y dos de los hijos del matrimonio, Bianca y Cristian, hecho ocurrido el 25 de mayo de 2014.
El chapista se declaró inocente. Admitió que conocía a los otros acusados (Pablo Julio Paz y Juan Ramón Godoy), pero que no cometió el brutal atraco.
Alegre dijo que el día del hecho estuvo en su panadería de San Javier y que en su taller encontraron armas porque a él le gustaba coleccionarlas. Aseguró que también tiene predilección por chalecos antibalas y explosivos. Sin embargo descartó que fueran con fines delictivos.
Negó conocer a los Knack. Dijo que nunca había escuchado de ellos.
El imputado se reconoció militante renovador y hasta apuntó a un rival del mismo espacio político como el responsable de la llamada anónima a la Policía que lo incriminó.
Otros dos testigos citados en la jornada aseguraron que el chapista estuvo en San Javier el 25 de mayo, pero llamativamente no se acordaban de qué año. Tampoco recordaban por cuanto tiempo tuvieron trato con Alegre. Se trata de dos ex empleados del chapista.
Visitas ilustres
En el salón de usos múltiples de la Unidad Regional Dos de la Policía estuvieron dos visitas ilustres: el ex diputado y fiscal anticorrupción Manuel Garrido y el documentalista, piloto, actor y productor xe cine Enrique Piñeyro. Ambos fueron invitados por la defensa de los acusados.
El juicio sigue este jueves, con la declaración de policías que trabajaron en la investigación y peritos.
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