El Tribunal Penal de Oberá rechazó por “extemporánea” la recusación que en su contra había presentado este lunes cerca del mediodía los defensores de los acusados por la llamada Masacre de Panambí. Tras cartón, como estaba previsto, empezaron los alegatos.
El pedido de apartamiento de los camaristas Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y Jorge Erasmo Villalba lo había hecho la abogada María Cristina Salguero, en representación de la defensa conjunta de los imputados Marcial Alegre, Pablo Julio Paz y Juan Ramón Godoy. El argumento era que los jueces habían desestimado planteos que los sospechosos habían hecho a través de sus defensores y que eso, supuestamente, afectaba su derecho de defensa en juicio.
El cuerpo de magistrados consideró que ya no era tiempo para una recusación y lo rechazó de plano. Luego exhibió el improvisado pasamontañas (hecho con una media) incautado en la casa donde sucedió el hecho delictivo y que los defensores pedían ver. Incluso se habló que la capucha, de la que levantaron pelos para un cotejo de ADN que terminó perjudicando a dos de los acusados, se había perdido. Quedó claro que el elemento estaba bajo custodia del tribunal.
Después sí empezaron los alegatos. Este martes quien dio a conocer sus conclusiones fue el representante de la querella (la familia de las víctimas): el abogado Javier Millán Barredo, quien pidió la prisión perpetua para Alegre, Godoy y Paz.
En la previa de su alegato, Millán Barredo había sido muy duro con el pedido de recusación: “Necesitan de este show para pasar al papel de víctimas”, disparó.
Y añadió: “No me sorprende porque espero de esta gente cualquier cosa. El Tribunal dio todas las garantías, decir no a pedidos que puedan hacer la partes, es facultad del Tribunal, pero no quiere decir que se violen derechos”.
Fuente: Misionesonline