El primero en alegar este jueves en el juicio oral por el crimen de la niña discapacitada Selene Aguirre (2) fue la defensa del acusado Rolando Lovera. Básicamente apuntó a la falta de precisión de la acusación de la fiscal Estela Salguero para pedir una condena a prisión perpetua.
“No se describe la conducta de los imputados y es importante que haya precisiones. Es decir, saber cómo se realizó y quién lo hizo”, sostuvo el abogado Martín Moreira en cuanto al crimen.
“Es indispensable para la defensa describir el dolo, que debe ser probado. Corresponde acreditar quién ha dado muerte a Selene. Para la Fiscalía fueron ambos los autores, pero hay que atribuirles sus acciones”, abundó.
“En el expediente no hay una sola prueba que acredite autoria de Lovera en cuanto al crimen de Selene”, aseguró.
“Que mi cliente haya estado con Victoria y Selene en la arenera donde él trabajaba la noche del crimen no lo hace el responsable”, afirmó.
Moreira reiteró que se tiene que “constituir la autoría criminal”. Algo que para él en el expediente en cuestión no existe.
Indicó que ni siquiera se secuestró el arma utilizada para golpear a Selene en el cráneo.
Criticó la intervención que tuvo la Fiscalía durante la instrucción para la producción de pruebas a analizarse durante el juicio.
“No se puede dar por sentado la autoría de dos personas sin pruebas que sustenten tal situación”, remarcó.
Para el defensor, el argumento de Alarcón de que la pareja mató a la nena porque la consideraba un estorbo “es una prueba diabólica que solo está en el intelecto de la fiscal. No hay un solo testigo que haya declarado en consonancia con esa hipótesis”, sostuvo.
Enumeró los relatos que ubican a Lovera como un padrastro preocupado por el bienestar de Selene, por su frágil estado de salud. “Hasta compró una heladera para conservar los alimentos especiales que consumía la nena”, ilustró.
“Está totalmente desacreditada la versión de que mi cliente haya privado de su libertad a Victoria Aguirre”, señaló sobre la declaración de la joven, quien aseguró que desde la semana previa al homicidio estaba prácticamente prisionera de su concubino.
Moreira se detuvo además en la lesión mortal que llevó al deceso a la víctima. “Selene no sangró. No se encontraron rastros de sangre en la arenera, donde la fiscal dice que ocurrió el hecho. No se secuestró el caño que el Ministerio Público afirma fue el arma homicida”, expresó.
El defensor cuestionó además la pericia mental que le hicieron a Lovera. “Se habla en el informe de que mi asistido tenía problemas para relacionarse con los demás y nada de arrepentimiento. Ningún testigo sostiene eso. No hay compañero de trabajo alguno que haya mencionado problemas con él. Incluso le prestaban el auto o la moto. Sus ex parejas y demás familiares no lo consideraron problemático o violento. Lo califican de buena persona”, subrayó.
Fuente: Misionesonline