La fiscal del Tribunal Penal de Oberá, Estela Salguero, ratificó las acusaciones contra los imputados por el crimen de Selene Aguirre (2). Sostuvo que si bien es cierto que no se pudo acreditar cual de los acusados efectuó el acto de matar, eran Victoria Aguirre y su concubino Rolando Lovera los encargados de cuidar a la menor y esta fue asesinada a golpes el 29 de enero de 2015.
Fue durante la réplica que hizo del primer alegato defensivo que se escuchó este jueves.
Salguero rechazó la hipótesis de Martín Moreira, defensor de Lovera, de que las lesiones letales se produjeron en el inquilinato en el que la pareja residía en la calle Erasmie y Sargento Cabral.
Reconoció que en una sábana incautada en el monoambiente había sangre de Selene, pero que bien podía ser de otras lesiones que tenía la niña y no por los golpes en el cráneo.
Reiteró que para ella el escenario del homicidio fue la arenera Simon, donde Lovera trabajaba como sereno.
“Lo reitero: la mataron porque era un estorbo para la flamante pareja”, remató.
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