Desde las 9 de este jueves, en el salón de usos múltiples de la Unidad Regional Dos de la Policía, se desarrollará el último tramo del juicio por el asesinato a golpes de la nena discapacitada Selene Aguirre (2), ocurrido el 29 de enero de 2015 en Oberá y por el que están acusados la madre de la pequeña, Victoria Aguirre (24) y el entonces concubino de esta, Rolando Lovera (33).
La semana pasada se había escuchado el alegato de la fiscal Estela Salguero, quien pidió para ambos la prisión perpetua por el delito de “homicidio calificado por alevosía” y en el caso de la chica también agravado por el vínculo.
Como la Fiscalía amplió la acusación (Aguirre estaba acusada de homicidio calificado por el vínculo y Lovera por homicidio simple), los defensores particulares de los acusados pidieron al Tribunal Penal de Oberá más tiempo para preparar sus conclusiones.
En el caso de la defensa de Victoria, a cargo de los letrados Roxana Rivas y Eduardo Paredes, la estrategia será sostener que la chica fue víctima de violencia de género y que el crimen de Selene fue un “femicidio vinculado”. Se rechazará de plano la versión de Salguero de que Aguirre y Lovera planificaron juntos asesinar a la niña porque era una “molestia” para la pareja. Y se sostendrá que en la semana previa al hecho, la chica prácticamente fue rehén de su concubino.
El abogado de Lovera, Martín Moreira, ratificará que su asistido nunca secuestró a su entonces mujer, que era tenía actitudes violentas con la nena y que el hombre no fue responsable de la muerte de la chiquita.
Después de los alegatos, el Tribunal dictará sentencia.