“SI ALGUIEN SABE?? Kien desee de corazón adoptar a un bb recién nacido que se comunique a mi mm. GRACIAS”. Así, breve y concreto, sin rodeos ni sutilezas, ayer una joven ofreció entregar en adopción al hijo que está por dar a luz en pocos días.
La sorprendente propuesta trascendió mediante un grupo denominado “Quién da más Oberá”, usualmente utilizada para compra y venta de los más diversos artículos.
Pero esta vez, el “producto” ofrecido fue nada más y nada menos que un bebé que está a punto de nacer.
El Territorio tuvo acceso a varias capturas de pantalla suministradas por un integrante del grupo, quien confirmó que la joven en cuestión reside en la localidad de Panambí y trabaja en Oberá. Tiene 18 años y estaría cursando el séptimo mes de embarazo.
“Mirá, si me escribís para adoptar al bebé voy a leer tus mensajes, pero si me escribís para que no dé y blablablá, esos temas… yo ignoro esos mensajes. En primer lugar vos no sabés por lo que yo pasé y vos nos sabés cómo esa criatura vino al mundo.
Así que no te ponés ni un pedacito de la esquina de una uña en mi lugar”, dice la chica en un audio enviado a un supuesto interesado en adoptar.
En otro tramo, explica que si la persona está interesada de verdad que “se comunique conmigo, así yo me comunico con la jueza que me está ayudando y con mi abogada, y ahí lo hacemos bien. Porque yo tampoco estoy dando en adopción por mi propia cuenta, es todo mediante la Justicia. No es juguete dar en adopción, lo sé muy bien. Yo doy mi bebé porque tengo mis razones, mis motivos”.
La frialdad de los términos conmueve, como si realmente se tratara de un objeto del que la progenitora quiere deshacerse.
También se presume, por los dichos de la joven, que la criatura en camino fue concebida de manera traumática, no deseada, aunque no brinda mayor precisión al respecto.
Qué dice la Ley
A partir de las modificaciones en la legislación provincial y en Código Civil, se logró reducir el número de adopciones en Oberá, muchas veces relacionada a la “venta” de bebés, como se denomina a la intermediación rentada en la que participan busca panzas, abogadas y médicos, entre otros actores de una nefasta red.
En líneas generales, la ley persigue un objetivo primordial: los niños tienen derecho a una familia, que en principio debería ser la familia de origen; en segundo lugar la familia ampliada y en tercer lugar quienes se inscriben en las listas de adoptantes, pero no a elección de los padres.
En este punto y al caso de la joven que ofreció su bebé por WhatsApp, la legislación es clara y se deberían agotar los medios para que la familia se interese en la crianza de la criatura.
“La premisa que los niños se mantengan con su familia de origen o ampliada, lo que busca preservar sus derechos e identidad y pone límites a negocio de inescrupulosos. Pero si no están dadas las condiciones, por ejemplo si el chico fue producto de una violación y la familia no lo quiere, ese niño igual tiene derecho a una familia. Ahí se elegirá una familia que esté inscripta en el registro y no la familia que elijan los progenitores, porque si no lo quieren, por qué eligen a quien entregarlo. El derecho del niño no pasa por el derecho del padre a quien entregarlo”, subrayó una fuente judicial consultada al respecto.
Por Daniel Villamea
fojacero@elterritorio.com.ar