La abogada Graciela Beccaluva, defensora del suboficial de la Policía de Misiones, Hugo Provenzal, dijo en Radio Libertad que su defendido admitió que conocía a la familia de Franco Sotelo. Y agregó que reconoció que le envió un mensaje a su hermana, mientras Sotelo estaba prófugo de la Policía.
El suboficial Hugo Provenzal está acusado de haber alertado al buscado, vía mensaje telefónico, de que iban por él y de esta manera Sotelo salió de la casa de su ex en el barrio Los Kiris y escapó corriendo por los techos de las casas vecinas, el domingo por la tarde.
La letrada contó en Radio Libertad Provenzal declaró ayer. En esa instancia dijo que conoce a la familia de Franco Sotelo porque éste, había estado preso mucho tiempo en la Seccional Primera, donde presta servicios. Durante ese tiempo, el uniformado pudo conocer a la madre, hermana y abuela del detenido. Relató que en ese marco tanto él, como la familia del delincuente, tuvieron la intención de que se reformara por lo que intentaron acercarlo a la iglesia. “Ellos hicieron el esfuerzo para ver si el joven rehacía su vida”, dijo la abogada quien detalló que por más infantil que parezca, su defendido, le contó que le envió el mensaje a la hermana, con el fin de alertarle, sobre la reincidencia de Sotelo, cuestión que le provocaría un gran disgusto a su abuela, quien está postrada y enferma desde hace un tiempo.
Beccaluva sostuvo también Provenzal le dijo que no leyó lo que decía, pero que reenvió el mensaje al ver la foto de Sotelo. Dijo también que su defendido desconoce haber escrito la frase “Decile que se las tome; la Policía lo busca por algo grave”.
La letrada sostuvo que el policía está desbastado por lo ocurrido y que “jamás encubriría a una persona que haya cometido tan horrible delito”.
Para la justicia, el hecho concreto es que el policía envió el mensaje a la familia de Sotelo, y que esto es grave teniendo en cuenta que “queriendo o no”, alertó sobre su búsqueda.
Por ahora el hombre sigue detenido y será la justicia quien determinará qué pena deberá purgar si es hallado culpable del delito de encubrimiento, que implica de seis meses a tres años de cárcel.