A través de un proyecto de Ley actualmente en estudio en la Legislatura provincial, se aspira a la declaración de la Catedral “San Antonio” de esta ciudad como Patrimonio Histórico, Cultural y Arquitectónico de Misiones.
La iniciativa fue presentada hace dos semanas por el diputado provincial obereño Rafael Pereyra Pigerl, quien la semana pasada agregó otros dos proyectos similares para que corran la misma suerte las históricas sedes de la Escuela 185 y el Colegio Amadeo Bonpland (ex Nacional) también de la Capital del Monte. Las tres propuestas quedaron en análisis de la comisión de Educación, Cultura y Deporte.
Respecto al edificio catedralicio, que tomó dicho estatus a partir de 2010, después de casi seis décadas de vigencia como iglesia, el legislador argumenta -en una breve reseña histórica que acompaña a su iniciativa- que “según especialistas, es considerado el más importante exponente del estilo neogótico en Misiones. Asimismo, está incluida en el circuito turístico histórico religioso y cultural, recorrido caracterizado por visitas a distintos tipos de iglesias situados en la región Centro-Sur de la provincia”.
Si bien en 2002 ya cobró dimensión de “Sitio de Interés Cultural e Histórico” de la Capital del Monte, según la Ordenanza 1.473 (054/2002) sancionada por el Concejo Deliberante local, la intención del diputado es que, de contar con el acompañamiento de sus pares, se encomiende a la Dirección General de Patrimonio Cultural y Sitios Históricos de Misiones la instrumentación de los mecanismos tendientes a la inscripción del histórico inmueble religioso en el Registro Provincial del Patrimonio Cultural.
Un poco de historia
Diseñada por el arquitecto austríaco Antonio Von Liebe y comenzada a construir en 1943, la iglesia San Antonio surgió como respuesta a la necesidad de un lugar específico destinado a la práctica de los oficios religiosos, a partir del crecimiento de la población católica de Oberá, procedente de alemanes, suizos y principalmente italianos.
El 5 de diciembre de 1943 se colocó la piedra fundamental que daba inicio a la construcción del templo y en 1947 llegaron desde Roma las reliquias de San Antonio, con un documento que autorizaba su veneración pública.
El enorme y característico reloj de la torre, traído directamente de Suiza, data de 1982.
El 12 de junio de 1986, un incendio destruyó casi por completo la edificación, pero pudo ser reinaugurada rápidamente tras una concienzuda reconstrucción que demandó 36 meses.
Redacción Primera Edición
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