Se trata del misionero Luis Ayala, quien era interno de la Unidad Penal N° 1 de Paraná y estaba condenado por narcotráfico, se escapó mientras realizaba trabajos de jardinería bajo la mirada de la custodia.
Por estas horas, personal policial y del Servicio Penitenciario busca intensamente al misionero, quien se encontraba alojado en la cárcel de Paraná.
El interno estuvo involucrado en el traslado de un cargamento de drogas proveniente de Misiones en un camión que fue detenido en calle Ramírez y Urquiza, en febrero 2015.
Lo sentenciaron el año pasado a ocho años de prisión, pero en 2018 recuperaría la libertad.
EL CASO:
El misionero supo manejar una red que movía droga desde el norte del país hacia Paraná y alrededores. Cayó dos veces, lo condenaron, y en la unificación de las dos penas “ganó” un par de años.
El 15 de octubre de 2011, Ayala fue detenido por primera vez, en la ruta nacional 12, cerca de la ciudad de La Paz. Fue durante un operativo desplegado por la Policía Federal y la Gendarmería, ordenado por el entonces juez federal de Paraná, Gustavo Zonis, unos días después de que un testigo de identidad reservada llamara al magistrado por teléfono y le contara la operación narco que se preparaba: había un cargamento de dos toneladas de marihuana que se iba a despachar desde Misiones hacia la capital entrerriana, Santa Fe y Rosario. Ayala era el nexo de los grandes proveedores y con las bandas locales. Iba de viaje, supuestamente delante del camión con la droga, que nunca apareció. Cuando lo interceptaron, iba en un auto Renault Megane, junto a Mariano Cinquetti. Tenían dos kilos y medio de marihuana. Por esto, Ayala fue condenado el 28 de diciembre de 2012 a cuatro años y medio de prisión.
El 15 de junio de 2014, el misionero ya estaba en la calle. Fue beneficiado con la libertad condicional, se radicó en un barrio de la zona norte de Paraná pero, lejos de apartarse del ambiente narco y rearmar su vida por otro camino, siguió en el negocio. El 15 de abril de 2016 iba a terminar de cumplir la condena, pero pasarían solo ocho meses y nueve días de su salida de la cárcel para volver a caer preso, en un procedimiento realizado por la Delegación Paraná de la Policía Federal, en la esquina de Urquiza y Avenida Ramírez de Paraná.
Era el mediodía del 26 de febrero de 2015, cuando los uniformados abordaron un camión que se encontraba estacionado desde la madrugada en la transitada esquina. Otra vez un llamado anónimo sería el argumento de la orden judicial. Cuatro hombres estaban por hacer el trasbordo de una parte del cargamento de droga a un auto, entre ellos Ayala. En un doble fondo del camión encontraron 605 kilos de marihuana. El 25 de agosto de 2016, Tribunal Oral Federal condenó a los cuatro implicados: el misionero recibió la pena de ocho años de cárcel. Aquella investigación iba a dejar mucha tela para cortar, y las pericias a los celulares arrojaban que se trataba de una banda muy importante, que también estaba involucrada en el tráfico de precursores químicos.
Fuente: Diario Uno Entre Ríos