Una hora más tarde del arribo de la selección Argentina a San Petersburgo, un banderazo tomó la calle del hotel y la plaza del Palacio de San Petersburgo. Bombos, camisetas y muchas banderas se desplegaron entre los hinchas, que cantaron y alentaron a los jugadores.
En la puerta del hotel fueron recibidos por unos 400 hinchas que les hicieron sentir su cariño y al ritmo de «Vení, vení, canta conmigo…» aplaudieron y demostraron que la fe sigue intacta.
Fue tal el ruido que se sintió que los jugadores sintieron la necesidad de salir del hotel a agradecer el gesto. El Nahuel Patón Guzmán fue el que primero tomó el mando. Un fanático le pasó un bombo y comenzó a tocar. Lo secundaron, Ansaldi, Rojo, Salvio, Mercado, Fazio, Tagliafico, Biglia y Armani, que registraron todo con sus celulares y acompañaron las letras al ritmo de sus aplausos.