Maurice Closs, ex gobernador misionero por el Frente de la Concordia, reveló que adoptó esa postura porque cree que “no se puede garantizar la gratuidad en un tema tan controvertido”.
En la pelea voto a voto por la ley de despenalización del aborto, este martes el bando de los “celestes” que impulsan el rechazo al proyecto sumaron un casillero. Es que uno de los senadores que figuraban en la lista de indecisos, Maurice Closs, le reveló a Clarín que votará por el “no” en el debate decisivo que tendrá lugar en el recinto de la Cámara alta el 8 de agosto.
Closs fue gobernador de Misiones y pertenece al Frente de la Concordia. Y con su postura, se ensancha la leve ventaja que lleva la media sanción que tuvo el proyecto en Diputados. Según el “punteo” de Clarín, ahora la diferencia es de 32 a 28 a favor del “no”, con 11 indecisos que siguen teniendo los votos clave, ya que se necesitarán entre 36 y 37 votos (según la cantidad de presentes) para volcar el resultado. Además, para completar los 72 miembros del cuerpo, hay una senadora que anticipó su abstención.
En la charla el senador misionero justificó su pronunciamiento de este modo:
-Se acerca la votación por la ley de aborto ¿Ya tiene una posición tomada?
-Sí, ya tengo posición tomada. Voy a votar en contra del dictamen que viene de Diputados.
¿Cuáles son las razones?
-En un principio pensé que era una legislación que se podía mejorar. Pero el proyecto tiene problemas serios que no pueden ser corregidos. Por eso mi voto va a ser en contra. Porque el país pasa de un extremo, de tener al aborto como figura penal y en este proyecto no solo se despenaliza, sino que legaliza y se crea un derecho que tiene la madre que casi no tiene límites y como si fuera poco le ponemos una carga económica al Estado que se tiene que hacer cargo de la gratuidad de esto. Entonces pasamos de un régimen punitivo prohibitivo a uno extremo que legalizamos, damos un derecho subjetivo amplio y con costos en la cabeza del erario público. Por eso creo que no es una ley oportuna para este tiempo.
-¿Los cambios del proyecto alternativo que impulsan los cordobeses no lo convencen?
-No, porque para que sea alternativo de acuerdo a la técnica parlamentaria se necesitarían las dos terceras partes. Y no se va a lograr. Entonces vamos a tener un proyecto alternativo hecho con buena intención, pero sin las dos terceras partes Diputados va insistir con el suyo , que es muy malo.
-¿No le precupa que se mantenga el estado de clandestinidad y muertes por los abortos?
-En Misiones, lo mismo que en la mayoría de las provincias, hay muy pocos registros de muertes por abortos. Muy pocos. Sí hay muchísimas muertes por enfermedades cardiovasculares, tumorales, accidentes de tránsito. Son de infinita más prioridad a la hora de defender la vida. La gratuidad es uno de los peores errores de esta legislación.
-La presión por el aborto no va ceder. ¿Cree que aún ganando el “no” van a tener que revisar la legislación?
-Más temprano que tarde, desde la óptica del derecho penal, esto va a tener una resolución. Que va a ser una despenalización o una penalización muy sui generis. Porque de hecho hoy no puede ver procesos penales por el aborto a una mujer. Simplemente sería poner en el Código Penal lo que está ocurriendo en la Argentina. Cuando se despenalice, es posible que deje de ser clandestino. Ahora, cuando usted compra un celular, usted tiene que hacerse cargo. El Estado argentino no puede hacerse cargo de todo. Alguien se tiene que hacer cargo y eso termina en la deuda pública.
-¿Cuánto influyó la prédica de la Iglesia para que el rechazo a la ley sea más fuerte en el Senado que en Diputados?
-Es clarísimo. Usted tiene razón. Yo creo que el común de la sociedad, los factores de poder y la Iglesia no imaginaban que este proyecto de ley, tal cual está escrito, iba a tener media sanción en la Cámara de Diputados. Todo el mundo creyó, e incluso gente cercana al Poder Ejecutivo, creyó que esto no salía. Pero también creo que existieron acciones deliberadas del Poder Ejecutivo para que esto salga. Hay votos de último momento de diputados que fueron sugestivos. Entonces, la Iglesia advierte que esa pelea en Diputados se había perdido, le sorprende esta situación y dice que en el Senado hay que jugar más fuerte. Efectivamente lo están haciendo.
-¿Influyó en su voto?
-En mi caso no tiene ninguna influencia, porque yo creo que por más que soy católico, a la hora de votar tiene que representar lo mejor que puede a una sociedad. Y la Iglesia y el Estado, por lo menos en la Argentina, están separados.
-¿Cuál es su pronóstico sobre el resultado en el Senado?
-Pienso que va a salir que “no”. Porque siempre el Senado ha intentado corregir leyes que tienen algunos defectos graves de apreciación, de redacción, de técnica jurídica, constitucionales, como han quedado desnudados en los debates sobre especialistas sobre lo que votó Diputados.