Los gendarmes estaban apostados sobre la ruta cuando dieron la voz de alto al conductor de un vehículo familiar. Todo indicaba cierta normalidad: un hombre se trasladaba con dos menores, que podían ser sus hijos. Los efectivos profundizaron la requisa y hallaron un compartimento de metal pegado con adhesivo. Así fue que incautaron más de 15 kilos de marihuana.
“Hemos multiplicado el despliegue de las fuerzas federales en los principales corredores nacionales y provinciales. De esta forma, hemos fortalecido nuestra presencia en zonas estratégicas, llegando a cifras récords de decomisos de estupefacientes”, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien impulsó el Operativo Conjunto Abierto de Frontera (OCAF) que coordina el subsecretario de Control y Vigilancia de Fronteras, Matías Lobos.
La “Operación Poxi” fue desarrollada por el Escuadrón 50 “Posadas” de la Gendarmería Nacional –institución que comanda Gerardo Otero- sobre la Ruta Nacional 105. Allí, a la altura del peaje Fachinal, se dio la voz de alto a un automóvil. El conductor iba acompañado por dos menores, todos de nacionalidad extranjera, para “tapar” la maniobra bajo un supuesto viaje familiar.
Durante la requisa en la parte del tanque de combustible, hallaron una tapa metálica cuadrada que se encontraba abulonada y sellada con pegamento. Al percibir que no coincidía con el modelo del rodado, se retiró la pieza. El resultado: en el interior había sustancia vegetal de color verde y a granel, con fuerte olor. Las pruebas de rigor arrojaron positivo para marihuana por un peso total de 15 kilos 258 gramos.
El Juzgado Federal ordenó la detención del narco-conductor, el decomiso del estupefaciente y el secuestro del vehículo. Un paso más hacia una Argentina sin narcotráfico.