Ernesto Daniel De Lima (42), quien tenía domicilio en la chacra 147 de Posadas y al que encontraron muerto de un balazo en la cabeza ayer por la mañana en la zona Oeste de la ciudad capital, tenía múltiples denuncias en su contra por violencia de género. Su ex mujer, Sandra Mariela Ramírez (33), fue quien lo acusó ante la Justicia por lesiones y amenazas de todo tipo, incluidas intimidaciones con arma de fuego.
Precisamente, la mujer se encontraba con él al momento de recibir un impacto en el cráneo, que hizo que dejara de existir en cuestión de segundos.
A Sandra Mariela le harán una serie de pericias para determinar si ella disparó el revólver. El calibre 38 que acabó con la vida de Ernesto fue hallado entre las pertenencias de la mujer, quien en principio había dicho que su ex, tras descerrajarse el tiro, había tirado el arma por la ventanilla del coche VW Senda.
De momento, ella se encuentra en calidad de demorada.
La historia de pareja entre ambos terminó hace un año y medio. Pasaron juntos 16 años, tiempo en el cual tuvieron seis hijos, que actualmente tienen 2, 4, 6, 11, 13 y 15 años, respectivamente. Se trata de cinco nenas y un varón.
A principios de este año, la mujer denunció ante la Policía que la relación con su ex se había vuelto muy traumática, porque él empezó a “dedicarse a la mala vida”, con una junta que lo llevaba por mal camino.
El 24 de enero, el hombre se presentó en el departamento de su ex y tras golpear a patadas la puerta, logró que su hijo mayor le abriera. De inmediato, se abalanzó contra la mujer y la golpeó en el rostro, mientras la llenaba de insultos. Entonces, el adolescente de 15 años, por la fuerza, sacó a su padre de la residencia.
Sandra hizo la denuncia y el juez de Violencia Familiar Uno de Posadas, Alfredo Olmo Herrera, dispuso una orden de restricción. Ernesto no podía acercarse por un año a Sandra, tampoco llamarla por teléfono o escribirle por cualquier vía.
En marzo, sin problemas, el hombre violó la orden de acercamiento. Fue hasta la casa de la mujer, volvió a patear la puerta mientras la amenazaba de muerte y cuando por fin pudo verla, le exhibió un arma de fuego: “Acá está mi 38 para vos”, le dijo de manera intimidatoria. A fines de ese mes, la Justicia le proveyó a ella un botón antipánico.
Ya en septiembre, volvieron las amenazas. “Si los veo, los voy a matar a los dos. Tenés los días contados”, le dijo, en relación a la supuesta nueva pareja de la mujer. Poco después, la llamó por teléfono y le imploró que quería volver con ella, que todo lo hacía por “amor”.
La nueva incursión de Ernesto hizo que el juez Olmo Herrera ordenara la detención del acusado, el pasado 25 de septiembre.
Esta mañana, al hombre lo encontraron muerto de un balazo en la cabeza. Al lado del cadáver estaba Sandra. Ella dijo que él se suicidó. Cuando esté en condiciones de declarar, podrá aclarar por qué decidió subirse de nuevo al coche con su ex, después de todas las amenazas que recibió de él.
Misionesonline