El joven que asesinó a su padre en la localidad de San Antonio cuando éste agredía a su madre fue liberado por la Justicia en la jornada de ayer, según confirmaron fuentes del caso a El Territorio.
La medida fue dictaminada por el juez Roberto Saldaña, titular del Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado, luego de establecer una caución juratoria. Se detalló que el acusado, José Daniel (22), no podrá salir del país y deberá presentarse periódicamente en la comisaría local.
Como ya informó este medio en ediciones anteriores, José está imputado por homicidio en exceso de la legítima defensa de terceros, en este caso de su madre.
Según se pudo reconstruir, el juez Saldaña tomó esta medida debido a que todos los testimonios recogidos al momento fueron en favor del acusado, dando fuerza a la reconstrucción hecha por los efectivos de la Unidad Regional XII en la escena del crimen.
También jugó a favor la actitud del sindicado parricida, quien se puso a disposición de la Justicia al entregarse junto a un abogado en la comisaría local, contrario a las primeras informaciones que decían que lo habían atrapado “en plena fuga”.
El hecho ocurrió en la jornada del martes 6 de noviembre, hace una semana, cuando la víctima Alfonso Adaria (54) llegó a su casa en estado de ebriedad y empezó con una serie de reclamos hacia su mujer Claudia.
No era la primera vez que la agredía. En poco tiempo los ataques verbales se convirtieron en físicos, el hombre la tomó e intentó ingresarla a la fuerza a la casa, pese a los reclamos de sus hijos, que estaban presenciando todo.
Pero José Daniel no aguantó, fue al patio y tomó un hacha con la que terminó asesinando a su padre. Inmediatamente escapó de la escena y estuvo en condición de prófugo hasta el jueves.
El médico que inspeccionó el cuerpo de Adaria detectó a simple vista una herida profunda en la región interparietal del cráneo y dos cortes en el área lateral izquierda del cuello. Determinó que su muerte se produjo por un traumatismo encefalocraneano severo por traumatismo craneal producido con un arma blanca.
“Nuestra familia está destrozada, yo no quería que pasara, no tenía que pasar pero pasó, qué le vamos hacer. Ya no es lo mismo un padre y esposo muerto y un hijo detenido por matarlo, pero fue para defenderme de una muerte segura”, dijo a El Territorio Claudia, en una entrevista publicada el último sábado.
La mujer recordó que “en ese momento yo estaba conversando con un muchacho que ni siquiera conozco, pero (su esposo) vino a pedirme el número de teléfono de un patrón de mi hijo que está en Buenos Aires. Entonces mi marido dice ‘te agarré in fraganti’ y empezó a acusarme a los gritos que lo traicioné”.
Según la mujer, Adaria tenía un puñal con el cual la violentó. “Mis otros hijos trataron de apaciguar la situación gritando ‘papá dejale a mamá’, pero José no pudo manejar sus impulsos (…). De no actuar mi hijo de esa manera la que se moría era yo. Me defendió a mí y al resto de la familia”, expresó.
Conmocionada por el episodio del que fue testigo, Claudia contó que las agresiones venían de hace tiempo pero las denuncias no derivaron en medidas concretas de protección de víctimas de violencia de género.
“Denuncié, pero nunca pasó nada. Una vez vinieron los policías pero él (por Adaria) les amenazó con un arma de fuego desde adentro de la casa, que si intentaban ingresar a la propiedad iba a dispararles a todos y se fueron”, detalló.
“Desde entonces se repitieron los ataques al punto de que en ocasiones me amenazó con el mismo revólver y hasta llegó a correrme de la casa”, concluyó en contradicción con las versiones policiales, que daban cuenta que no había denuncias hechas contra el acusado.
Por Carlos Manuel Cardozofojacero@elterritorio.com.ar