Son las dolorosas palabras de Lucía Neris, madre de Exequiel Aarón Neris (21) quien murió ayer cerca del mediodía luego de doce horas de agonía en el Madariaga. Fue atacado después del partido y, presuntamente, tras discutir con dos hermanos que fueron detenidos.
Lucía Ramona Neris (47) perdió ayer a uno de sus cinco hijos, el menor de los cuatro varones. Una herida de arma blanca acabó con la vida de Exequiel Aarón Neris cuando intentaba escapar de sus agresores durante la noche del domingo último en el barrio Manantial (chacra 247) tras una discusión porque River Plate acababa de conseguir su cuarta copa Libertadores de América y no lo dejaron desplegar, con alegría, su pasión futbolera.
“Mataron a mi hijo, apenas caminaba, se había operado y tenía tres clavos en una pierna porque se cayó de la moto hace pocos meses. Acababa de rendir uno de los exámenes para entrar al Servicio Penitenciario Provincial, era muy joven y disfrutaba jugar al fútbol, era el único de River de mis hijos y no tenía problemas con nadie en el barrio, menos por fútbol”.
La madre de “Elmo”, “desde chico lo llamaban así, cuando comenzó a correr con los mocos colgando y riéndose”, dialogó con PRIMERA EDICIÓN luego que le confirmaran el deceso y cuando aún esperaba que finalizara la autopsia para poder velarlo en la casa de sus abuelos en el barrio Manantial.
A la vuelta de esta vivienda, el domingo a las 22.15, Exequiel fue asistido por una patrulla de la comisaría Decimotercera. Tirado en el pasto de una esquina le imploraba a su hermano Franco (23) para que lo salvara. “Me muero, me muero, me atacaron por festejar el partido, por ser hincha de River”, gemía a medida que se desvanecía y un amigo que reside enfrente le gritaba para que no se desmayara.
Fue llevado hasta el hospital Favaloro en Villa Cabello y por la gravedad del cuadro fue trasladado al Madariaga. Soportó dos paros respiratorios, pero las fuerzas se acabaron y, del shock hipovolémico, devino la muerte a las 11.15.
La investigadores de la Dirección Homicidios y de la brigada de la comisaría de la zona, permitieron atrapar a dos hermanos de 18 y 26 años residentes en un asentamiento de la chacra 252. Anoche en una letrina fue hallado un cuchillo por los mismos pesquisas bajo las ordenes del juez de Instrucción 6, Ricardo Balor. Además se secuestraron prendas de vestir.
El testimonio de testigos fue determinante y señalaron que sobre la calle 108 en la finalización del barrio de viviendas de IPRODHA se produjo la gresca. Neris intentó correr, rengueó cien metros y fue alcanzado, aparentemente por los hermanos aprehendidos, quienes le propinaron puntapiés en todo el cuerpo un puntazo de cuchillo en la pierna izquierda debajo de la cadera. Segundos antes Exequiel Neris compartía un improvisado asado en la calle para festejar la victoria del “Millo” ante su eterno rival. A esta celebración irrumpieron los hermanos hinchas del “Xeneize”.
El ensañamiento fue con “Elmo” que tenía puesta una camiseta regalada por su madre Lucía. “Lo persiguieron a pesar que apenas caminaba, y lo lastimaron como a un perro indefenso”, relató.
Exequiel se levantó y recorrió tres cuadras más rumbo a la casa de su familia, atravesó la plaza y la cancha de fútbol donde aprendió a patear y gambetear y cayó frente a la casa de su amigo Marcos, le suplicó que buscara su hermano que lo contuvo en su brazos hasta que llegó un patrullero. Paradoja de la irracionalidad, Franco Maximiliano también vestía colores deportivos, los del club de la Ribera, pero no para matar.
Primera Edición
Debe estar conectado para enviar un comentario.