Su tono no denota ni una pizca de arrepentimiento. Reconoce el delito, aunque argumenta que no mató a nadie, como si eso atenuara la culpa. Tampoco pide perdón. En cambio, subraya que no escapó ni es un cobarde, que se fue a Corrientes por trabajo y que no se va a esconder de la Policía si lo buscan.
Así, altanero y hasta provocador, Carlos Alberto P. (35) se dirigió mediante un audio de WhatsApp a su ex concubina y madre de una menor de 14 años que lo acusó de violación.
La denuncia fue radicada el pasado 18 de marzo ante la Comisaría de la Mujer de la ciudad de Oberá y desde entonces el sujeto permanece en condición de prófugo de la Justicia.
La causa fue caratulada como abuso sexual con acceso carnal y se tramita bajo la órbita de la Juzgado de Instrucción Uno, a cargo de la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat.
Según consta en la denuncia, el mismo día del hecho el acusado se trasladó a la provincia de Corrientes por una supuesta propuesta laboral en construcción, aunque en los días posteriores el contratista confirmó que abandonó la obra sin aviso.
Al mismo tiempo, el sospechoso le envió un último WhatsApp a la madre de la víctima, tras lo cual la bloqueó.
El Territorio accedió en exclusiva al audio que ya fue incorporado a la denuncia policial y constituye una prueba clave para respaldar la grave acusación sobre el padrastro de la menor.
“Si tengo que caer preso por lo que hice voy a caer, no tengo ningún drama. Yo no voy a andar disparando de la Policía”, dice en el comienzo del mensaje.
Luego se justifica: “Tampoco asesiné a alguien. Yo sé que está mal lo que hice, pero no me voy a andar escondiendo”.
“Ya está hecho”
Si bien llama la atención la frialdad que exhibe el sujeto para reconocer el hecho aberrante que cometió, tampoco se puede subestimar que se trate de una estrategia defensiva pensada para atenuar su culpa o la condición de prófugo, ya que insiste en que no se escapó.
Al respecto, en un pasaje dice: “Me enteré de que andaban diciendo que me escapé. Al pedo van a decir eso porque tengo todos los mensajes que te mandé, que en realidad yo me venía para acá y esperé un día y medio a ver si me llegaba una denuncia”.
Insistió en que se fue a Corrientes a trabajar y que no se esconderá de la ley, aunque su patrón ya declaró lo contrario.
En otro tramo del audio dirigido a la madre de la menor manifestó “no te preocupes porque igual soy yo el que tengo que pagar. No vayas a pensar que ando escapándome de nadie. Si tengo que caer en cana por lo que hice caigo, porque ya está hecho. Ya fue. No tengo más nada que decir, pero tampoco vas a pensar que soy un cobarde para andar escondiéndome de nadie. Sólo vine a trabajar”.
“Así que si tienen que venir a buscarme acá que me busquen, no me voy a esconder. Simplemente que ahora se me complicó para salir porque yo vine por este tema por dos semanas, pero si tienen que venir a buscarme que vengan. Tampoco asesiné a alguien. Yo sé que está mal lo que hice, pero no me voy a andar escondiendo”, concluyó.
Lo descubrió la tía
Ayer, este matutino entrevistó a la mamá de la víctima, la que además de ser menor padece una discapacidad.
La mujer contó que convivió una década con el sujeto, quien crió a su hija desde los 3 años. “Nunca me imaginé una cosa así. Incluso él decía que le quería adoptar a mi nena, que le quería dar su apellido”, mencionó apenada.
En la charla también participó la tía de la nena que descubrió la situación de abuso y disparó la denuncia.
“Llegué de mi trabajo y recibí un mensaje de mi hermana, que vive al lado. En eso él (por el acusado) arrancó la moto y se fue. Después nos dimos cuenta de que ya sabía que mi hermana me iba a contar y se escapó. Desde ahí no supimos más nada”, detalló.
A su lado, la tía de la menor precisó que el 18 de marzo, alrededor de las 11, se hallaba en su casa (lindera pared con pared de madera con la vivienda de su hermana) cuando escuchó un sonido que la alertó sobremanera: “Era el ruido de una cama cuando están teniendo relaciones sexuales. Ahí me desesperé porque sabía que la nena estaba sola con el padrastro. Lo que atiné a hacer fue golpear la pared, y paró el ruido. Por eso él se dio cuenta”.
Tras dar aviso a la progenitora y constatar que el sujeto se dio a la fuga, ambas se dirigieron al colegio de la menor, que concurre al turno tarde, de donde la buscaron para radicar la denuncia.
Temerosa de posibles represalias, en un primer momento la víctima dijo que había mantenido relaciones con un conocido, pero luego reconoció que fue su padrastro.
“Me contó que los abusos comenzaron por noviembre, cuando yo me iba a trabajar. Después estuve internada porque perdí un embarazo y ahí también la violó”, lamentó.
Denuncia: El hecho fue denunciado el 18 de marzo y el acusado es Carlos Alberto P. (35). La víctima contó que los abusos comenzaron a producirse en noviembre.
Audio: “Tampoco asesiné a alguien. Yo sé que está mal lo que hice, pero no me voy a andar escondiendo”, dijo el acusado en un audio enviado a su ex concubina y madre de la víctima.
Impunidad: La madre de la víctima alertó que el acusado contactó a su hija mediante un perfil falso de Facebook y además apuntó que aún no se realizó la Cámara Gesell.
Según la progenitora, en los últimos días el acusado se contactó con su hija a través de un perfil falso de Facebook, lo que marca la impunidad de su accionar. “Mi hija aceptó la solicitud y después vino corriendo a decirme que era el padrastro porque le mandó una foto de un dibujo que ella le había hecho en el celular. La verdad que me da mucho miedo”, alertó. En tanto, mencionó que transcurridas tres semanas de la denuncia aún no se concretó la Cámara Gesell. Sobre el presunto paradero del acusado, precisó que “tiene parientes en Entre Ríos y Buenos Aires. Para colmo, sus parientes acá en Oberá son nuestros vecinos y tenemos miedo de que nos quieran hacer algo”.
fuente: el territorio