La pequeña nació el sábado pasado en perfecto estado de salud, al punto que el lunes estaba en condiciones de ser dada de alta del sector de Neonatología del hospital Samic de la ciudad de Oberá. Pero ese mismo día su madre expresó que no desea hacerse cargo de la beba, que no la quiere porque habría sido fruto de un abuso sexual y que la Justicia disponga de su entrega en adopción.
La progenitora, que tiene 25 años, fue identificada por las autoridades del nosocomio. En primera instancia manifestó que ni siquiera deseaba inscribir a la recién nacida, ante lo cual intervino un asistente social que le explicó los inconvenientes legales que acarrearía dicha decisión.
En consecuencia, la mujer cumplimentó el trámite de inscripción en el Registro Provincial de las Personas y anotó a la pequeña con su apellido. En esta formalidad legal se agotaría la relación con su hija biológica.
El lunes, la dirección del Samic giró toda la documentación al Juzgado de Familia de Oberá, organismo que deberá resolver respecto a los trámites de guarda y adopción.
En tanto, en consenso con el área de Niñez de la Municipalidad, se acordó que por el lapso de 45 días la beba permanecerá en el hospital al cuidado de las enfermeras y médicos de Neonatología.
“La madre dejó en claro que no se quiere hacer cargo de la beba porque fue producto de una violación y nunca sintió afecto por la panza. De todas formas, comentó que antes de abortar prefirió que naciera y darla en adopción. Es una chica que vivió varios años en Buenos Aires y ya tiene una hija de 10 años”, precisó Héctor González, director del Samic.
No le dio el pecho
En diálogo con El Territorio, las fuentes consultadas comentaron detalles de un caso que conmueve por el cúmulo de circunstancias adversas, tanto para la madre como para la pequeña.
Comentaron que desde un primer momento fue tal el rechazo hacia la beba que la progenitora hasta se negó a darle el pecho, por lo que tuvo que ser alimentada con mamadera.
La joven comentó que su familia desconoce que fue víctima de un abuso sexual y que estuvo embarazada, circunstancia que se habría visto favorecida por el hecho de que residía en provincia de Buenos Aires. Explicó que tenía un buen pasar en el centro del país, hasta que ocurrió el abuso que marcó su vida.
Por ello decidió regresar a Misiones para dar a luz y comenzar una nueva vida en su provincia de origen. Al menos esa fue la versión que contó hasta el momento.
“Ayer pude hablar por teléfono con ella y me contó que busca trabajo acá, porque no piensa volver a Buenos Aires por la inseguridad que hay”, comentó Alejandra Montero, jefa del área de la Niñez de Oberá.
Según la funcionaria, la joven le manifestó que “nunca logró un vínculo con la panza ni se hizo una ecografía porque fue un embarazo muy traumático, producto de un abuso, aunque tampoco quiso abortar”.
Denuncia por violación
La denuncia por violación habría sido radicada en la Comisaría Primera del municipio donde residía el año pasado, en Buenos Aires, jurisdicción donde se produjo el hecho, según afirmó la progenitora.
Con el inicio de las actuaciones judiciales, el futuro de la pequeña dependerá de la resolución del Juzgado de Familia de Oberá, que tendrá a su cargo la selección de una familia para el proceso de guarda y adopción. Mientras tanto, por el lapso de 45 días la criatura permanecerá en el hospital Samic, ya que en el ámbito local no existe otra institución que pueda contenerla. Si bien en primera instancia se evaluó la posibilidad del hogar Mitaí, al tratarse de una beba se optó que continué en neonatología. En tanto, si bien la madre expresó su rotunda negativa a criarla, tampoco se puede descartar que en los próximos días revea su actitud, anticiparon fuentes del caso.
fuente: el territorio
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