La empresa obereña realizó diferentes mejoras a la “barra de corte” para yerba mate, después de las pruebas realizadas en San José. Con varios pedidos de parte de productores, comenzó la producción en serie.
Lory viene trabajando hace un par de años en busca de optimizar la mecanización de la zafra del oro verde misionero, un sueño que viene de vieja data en la zona productora. Los primeros antecedentes de estas ideas datan de 1960 o 1970, con el objetivo de permitir el desplazamiento del personal dedicado a la zafra yerbatera, a otras actividades más rentables y menos sacrificadas.
En la zona productora hay experiencias que han resultado funcionales, pero siempre pensado en grandes superficies de producción, con maquinaria de elevado costo. Ahí radica la principal diferencia con la barra de corte diseñada por David Lory, es de un costo no muy elevado y se adapta a las cosechadoras de té, que circulan por toda la zona productora, a la vez permite pensar en cosechas de pequeños productores como lo son el grueso de los productores yerbateros de la provincia de Misiones.
La barra de corte presentada el pasado 13 de diciembre permitía una recolección de 2 toneladas por hora de hoja verde, con un corte tipo de “mesa” de las plantas, similar al corte que se hace en las plantaciones de té, el costo del implemento es de alrededor de 600 mil pesos. En Montecarlo hay otro prototipo diseñado de corte lateral de las plantas de yerba, que también está avanzando.
Lory Maquinas avanzó con su prototipo, le realizaron diversas mejoras para optimizar el corte. “Hemos realizado pequeñas mejoras para reducir las pérdidas de hojas y ramas cosechadas”, explicó David Lory a Economis.
Además este joven ingeniero misionero ha diseñado una “rebajadora para preparar los yerbales existentes. Este implemento se adapta a los tractores y permite de forma mecánica, preparar las plantas para el paso de la barra de corte. Evitando el trabajo manual y la posible diferencia de alturas en las plantas.
Lory indicó que ya han realizado la primera venta de la “barra de corte”, fue para el Establecimiento Don Lucas, quienes ya comenzarán a mecanizar la zafra. Además hay otros productores que han solicitado a la empresa comenzar a trabajar para poder mecanizar su cosecha.
El desarrollador de la maquina explicó que por la inflación el costo del implemento se ha encarecido un poco, pero esto no ha frenado el interés de los productores, que consideran una inversión viable.
La cosecha mecanizada implica un cambio de paradigma, las plantaciones existentes tienen una densidad de entre 2000 a 4000 plantas por hectárea, con una distribución entre líneas de plantación (liños) de 2,8 a 3 metros y entre plantas de 1,5 metros.
Sin embargo, según Manuel Holobate productor yerbatero de San José, lo mejor es hacer un cambio en las plantaciones y pasar a tener parcelas con hasta 7000 plantas por hectárea con liños dobles, donde la distribución de las plantas es de 80 centímetros entre cada plata, un metro entre par de plantas y la distancia entre líneas de plantas es de 2,5 metros.
Esto optimiza el espacio y hace más efectiva la cosecha mecanizada, además con un correcto trabajo de la planta, esta evoluciona y permitiría hasta dos cortes por año con la máquina. Una en invierno y otra en primavera.
Especialistas de la Estación Experimental INTA de Cerro Azul, advierten que la cosecha mecanizada de yerba obliga a redefinir la función del tarefero, porque según sus experiencias no podrá eliminarse completamente al cosechero, pero este se tendrá que especializar en el cuidado de la planta, no en la extracción de la hoja verde.
Para el ingeniero agrónomo Mario Kryvenki, uno de los especialistas en yerba mate de la estación experimental INTA-Cerro Azul, el tarefero deberá pasar a ser un “podador especializado”, que se dedicará al “manejo de las plantas, en algún momento entre los ciclos de cosecha hay que intervenir para ir arreglando la planta”.
Este cambio obliga también a repensar la forma de retribuir a este trabajador, que ya no cobraría por kilo cosechado. Algo que a la vez permitiría una evolución en una tarea por demás esforzada como lo es la tarefa.
Fuente Economis