A pesar de que el dólar se mantuvo estable durante todo mayo, el próximo sábado comenzará a regir un nuevo aumento en el precio de los combustibles. En este caso, el incremento responderá a un ajuste en un impuesto que forma parte del precio de las naftas y que derivará en una suba de entre 3 y 4 por ciento en las estaciones de servicio.
Desde el primer día de junio subirá el impuesto que grava al carbono y a los combustibles líquidos, que se incluye en el precio de las naftas y se ajusta por inflación. Según la variación de los precios minoristas, ese impuesto tendrá un aumento del 11,8%, que tendrá un impacto del 1% en los importes en los surtidores.
Pero además habrá una suba adicional por la inflación y la devaluación del dólar frente al peso de marzo y abril, que producirá una suba cercana al 3%, aunque según fuentes del sector, dependiendo de la aplicación del impuesto puede llegar al 3,5% o 4%. Según trascendió entre los estacioneros, se preparan para una remarcación cuyo piso será entonces del 3% y que se sumará al 13% de incremento que acumulan los combustibles desde principios de año.
En el interior del país los reajustes suelen ser mayores por el costo de la logística, que implica el abastecimiento de las estaciones de servicio. En la última revisión de los impuestos a los combustibles, de marzo pasado, la secretaría de Energía desdobló el incremento impositivo en dos tandas, una parte en marzo y otra en abril.
En el sector no descartan que el nuevo aumento pueda correr la misma suerte y ser aplicado entre junio y en julio, pero la decisión final dependerá del Poder Ejecutivo. Según fuentes de las compañías petroleras, el precio aumentará desde el próximo 1° de junio cuando comienza a regir la suba impositiva.
Las compañías estiman que el atraso en el precio de los combustibles respecto al valor internacional y el tipo de cambio va del 6% al 20%. La estabilidad del dólar del último mes, afirman, colaboró en que el ajuste en los surtidores no fuera incluso más fuerte.
-EL TERRITORIO