Ante el tribunal que lo juzga, Mariano Williams (33) no supo precisar su fecha de nacimiento y reconoció que es analfabeto, aunque ratificó con firmeza que la noche del 8 de abril del 2017 actuó en defensa propia y de su hermano Raimundo, a raíz del ataque de los hermanos Miguel Ángel y Horacio Silveira; éste último fallecido por un corte en el cuello.
Williams permanece detenido hace más de dos años y ayer afrontó la primera jornada del juicio oral y público por los cargos de homicidio simple y lesiones leves, en perjuicio de los Silveira, figura bajo la cual podría ser condenado a penas de entre ocho y 28 años de prisión en caso de ser hallado culpable al final del debate.
El hecho se registró en Colonia El Saltito, municipio de 25 de Mayo, donde residían todos los involucrados. La audiencia de la víspera permitió conocer el perfil de unos y otros, ya que los Williams gozaban de buen concepto y los Silveira no tanto, sobre todo cuando estaban bajo los efectos del alcohol.
En tal sentido, según se precisó en la lectura del auto de elevación a juicio, los exámenes de rigor determinaron que la víctima tenía 1,52 de alcohol en sangre, mientras que el test del acusado dio negativo.
En la instrucción de la causa, Mariana Pellizer, esposa de Miguel Ángel Silveira, mencionó que su marido y su cuñado tomaron varias cervezas después del almuerzo.
Ayer, Héctor Sigfrido Werfel (48), alías Nene, comentó que la tarde del hecho los hermanos Silveira llegaron borrachos a su bar y continuaron tomando en el lugar.
“Los Silveira son pesadísimos, chupan y quieren llevar por delante a la gente”, graficó ante el Tribunal Penal Uno, integrado por los magistrados Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Jorge Erasmo Villalba.
Declaró el acusado
Asistido por la defensora oficial María Graciela Abdolatif, en la víspera, Mariano Williams detalló lo que hizo la tarde del 8 de abril del 2017.
El hombre contó que estuvo limpiando una plantación de eucaliptos -por eso tenía un machete- y luego pasó por la casa de su hermana Selva, a quien le comentó que iría a ofrecer unos postes a un vecino. Aprovechando que viven cerca, su hermana le pidió que compre aspirinetas para sus hijos.
Alrededor de las 17 se dirigió al bar de Werfel para comprar el medicamento y se encontró con su hermano que fue a comprar cigarrillos.
“Raimundo me invitó a su casa para tomar mate, empezó a llover y él se fue porque no quería que se moje la moto. Me quedé charlando un rato y vi que pasaron los hermanos Silveira, volvieron y entraron. Miguel me decía que le pague una supuesta deuda, pero él me debía a mí. Fuimos a ver un terreno mío que está atrás del bar y me ofreció una yunta de bueyes y un carrito, pero no acepté. Miguel se enojó y no me dejó sacar la moto. Entonces salí y le pedí a mi hermano, que vive enfrente, que vaya a buscar la autoridad porque se querían llevar mi moto. Miguel salió y me dio un empujón. Vi que tenía un hierro y me dijo: ‘Tu hermano me fue a denunciar’”, relató el acusado.
Ante esa situación, Williams se dirigió al destacamento policial. Era alrededor de las 20 y lloviznaba, recordó.
“En eso pasó Horacio (Silveira) con el Fiat Uno y Miguel atrás mío. Adelante venía una moto y escuché que Miguel le dijo: ‘Chocale, pasale pos arriba’, seguro pensando que era mi hermano, que volvía del destacamento. Pero no era. Después sí vieron que venía mi hermano y le trancaron el camino; Horacio salió del auto y fue para mi hermano con un hierro o un machete y le dije que le deje. Vino para mí y saqué mi machete para atajarme. Yo sólo me defendí, si no ellos nos iban a matar a mi hermano y a mí”, remarcó.
Testigos favorables
Héctor Werfel confirmó que Raimundo fue a comprar cigarrillos a su bar y luego llegó Mariano. Aseguró que los hermanos Williams no tomaron alcohol.
“Empezó a llover y Raimundo se fue porque se iba a mojar el asiento de la moto. Al rato pasó el Fiat Uno de Silveira, volvieron y Miguel quería hablar sí o sí con Mariano. Se notó que Mariano tenía miedo y que no quería salir. Miguel estaba con bronca por una deuda de tabaco, decía. Hablaron afuera y volvieron para mirar el terreno de Mariano. Los hermanos Silveira tomaron cerveza. Después se fueron todos y quedó la moto de Mariano. Eso me llamó la atención”, testificó.
En tanto, opinó que “los Williams son gente muy querida en la colonia. Pero los Silveira son pesadísimos, chupan y quieren llevar por delante a la gente”, al tiempo que agregó que “Miguel esa tarde cuando llegó estaba bastante empedo y siguió tomando con el hermano”.
A su turno, Daniel Bermúdez (22) indicó que la noche del hecho estaba en la parada de colectivos con un amigo y observó cuando pasó Raimundo Williams hacia el destacamento.
“Cuando volvía venía un Fiat Uno rojo con las luces altas y le cerró el camino a la moto. Después se escuchó ruido de machetes o hierros. En ese momento nos fuimos porque no queríamos quedar involucrados”, señaló.
Mencionó que la moto quedó contra en el barranco. No escuchó música ni vio el capot del auto levantado, tal como oportunamente declaró el hermano de la víctima.
“No estaba jugando”
El último en testificar fue Raimundo Williams: “Quiero contar la verdad”, dijo.
Luego coincidió en todo con los dichos de su hermano y del dueño del bar. El muchacho indicó que alrededor de las 20 fue al destacamento pero el policía no estaba.
“Cuando volvía me topé con un auto que iba con la luz alta y me fui contra el barranco. Quedé debajo de la moto y Miguel (Silveira) me estaba ahorcando. Me dijo: ‘Me fuiste a denunciar, hijo de puta’. No veía bien, pero tenía un cuchillo o un hierro. No estaba jugando y sentí que me hincaba. Horacio movió el auto y pude salir”, agregó. A esa altura, la víctima fatal ya habría estado lesionada.
Cuarto intermedio
El paro de la víspera derivó en la ausencia de varios testigos, por lo que tanto la fiscal Estela Salguero como la defensora de Williams solicitaron que comparezcan otro día. En consecuencia, el Tribunal decidió un cuarto intermedio hasta el lunes, a las 8.30, jornada en la que deberán presentarse Miguel Ángel Silveira, Mariana Pellizer, Miguel Ángel De Olivera y Santiago Rubén Aguirre. Hasta el momento se estableció que el problema se originó entre Miguel Ángel Silveira y Mariano Williams. En la instrucción, Silveira señaló que el día del hecho le pidió a su hermano que lo lleve a levantar pedidos de pescado. En un momento el auto falló, él se bajó y levantó el capot para ver qué pasaba. En ese lapso su hermano fue atacado pero no pudo escuchar el motivo porque la radio del auto estaba muy fuerte. También negó que esa tarde hayan estado en el bar de Werfel, lo que ayer fue desmentido.
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