Cintia Fernández y Sergio Rodríguez nacieron en Misiones, ella en Garupá y él en Oberá, y ambos son los primeros de sus familias en ser parte de la Armada Argentina. El mes pasado recibieron sus uniformes y juraron fidelidad a la bandera nacional. Lejos de su provincia, luego de 6 meses de su ingreso a la Institución, los jóvenes misioneros continúan creciendo en su carrera naval en la Escuela de Suboficiales.
PUERTO BELGRANO – Cintia Macarena Fernández y Sergio Omar Rodríguez viajaron más de 1600 kilómetros en febrero de este año para arribar desde Misiones al sur de la provincia de Buenos Aires, a la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina (ESSA), un lugar para ellos desconocido, al que tuvieron que acostumbrarse y apropiarse.
Los dos nacieron en la tierra colorada donde el calor agobia pero que ahora extrañan, en estas frías mañanas de julio en Puerto Belgrano y cerca del mar. Tanto Sergio como Macarena encontraron lejos de su casa un porvenir y una vocación que día a día crece mientras cursan las diferentes materias que los están formando como futuros suboficiales; y recorren destinos navales donde desarrollan sus prácticas profesionales.
Mientras que Cintia de 21 años es aspirante de 1° año del escalafón Electricidad y le queda un año y medio para egresar como Cabo Segundo, Sergio tiene 26 años y entró con una profesión: era camarero e ingresó a la ESSA para realizar el Curso de Integración Militar del que egresará el próximo mes de agosto, también con la jerarquía de Cabo Segundo.
«Desde chico siempre supe que quería ser militar. Cuando terminé el secundario, cursé en la Universidad el Profesorado de Informática y Administración de Empresas, pero finalmente dejé. Empecé a trabajar en un hotel donde me perfeccioné como camarero, volví a mi idea de ingresar a la Armada, y acá estoy», contó Sergio.
Cintia, por su parte, dijo: «Soy la primera en mi familia en ser militar. El padre de una amiga de mi hermana que trabaja en el liceo ‘Almirante Storni’ nos motivó a ingresar, ella se quedó por el camino y yo sigo».
En sus rostros se les nota el orgullo por haber ingresado a la Fuerza y más cuando hacen referencia a un paso trascendental dentro de la carrera naval como fue la entrega de uniformes y la jura de la bandera nacional que realizaron el pasado 20 de junio en la escuela.
«Me sentí muy contento y mi familia muy orgullosa. Ellos no pudieron viajar pero sabía que a la distancia estaban conmigo», contó Sergio Rodríguez. «Respecto del uniforme, estoy orgulloso de portarlo y de decir hasta acá llegué y puedo llegar a más». «Para mí –dijo Cintia– fue un orgullo inmenso. Aunque mi familia no pudo venir. Ser parte de la Armada es impresionante; te sentís muy importante porque das un gran paso en tu vida».
Y desde Misiones al mar, en Puerto Belgrano, ambos lo conocieron por primera vez. Sergio vio el mar durante una campaña en la Base de Infantería de Marina Baterías. «Fue una experiencia muy linda, una de las tantas cosas que me está dando la Armada.» Cintia conoció el mar el mismo día que tuvo la oportunidad de visitar la fragata ARA «Libertad» y el rompehielos ARA «Almirante Irízar», dos embarcaciones con apostadero en Buenos Aires pero que se encuentran ahora en dique seco en el Arsenal Naval Puerto Belgrano.
En cada paso de estos jóvenes misioneros están sus instructores y profesores que a diario les transmiten su experiencia y, con paciencia, los guían en estos primeros meses dentro de la Armada Argentina.
Cintia y sus recuerdos de Garupá
La Aspirante Fernández estudió en Garupá –localidad y municipio misionero dentro del Departamento Capital– que significa en lengua guaraní «refugio de canoas». La primaria la hizo en la Escuela N° 699 y el secundario en el BOP 86. Si extraña algo de Misiones, dice que es el clima, a la familia, los amigos y jugar al vóley en la playa.
En Garupá quedó su mamá Susana y sus ocho hermanos. «Somos un montón y yo soy una de las hermanas del medio», sonrió. «Al principio me costó acostumbrarme a la Armada, pero el ambiente es muy contenedor. Encontrás gente de todos lados del país con realidades muy diferentes, pero con mucho compañerismo; somos como una familia».
Hoy, más allá de sus recuerdos y añoranzas, Cintia se enfoca en su carrera; quiere progresar día a día y se detiene un segundo para mirar hacia adelante: sueña con navegar algún día en el rompehielos ARA «Almirante Irízar» y conocer la Antártida.
Sergio de Oberá
Al hablar de su ciudad natal a Sergio Rodríguez se le dibuja una sonrisa: «Es muy linda y lo que más rescato de ella es su gente, el buen trato, el compañerismo, y siempre las ganas de compartir las cosas».
Cursó la primaria en la Escuela N° 448 «Conrado Teodoro Falk» y el secundario en el Bachillerato con orientación provincial N° 10 «Hugo Wenceslao Roque Amable».
En Oberá está su papá Victoriano, su madrastra y sus siete hermanas mujeres y dos varones. «Yo soy el más chico y el único que pertenece a la Institución», explicó. Allá ya quieren verlo con el uniforme y él también tiene ganas de ir a su casa, encontrarse con sus amigos, tomar mates en la plaza y salir a correr por las calles de su ciudad.
Sueña también con salir a navegar pronto y asegura que en la Armada descubrió que «puedo más de lo que creo; dentro de mí hay fuerzas que me permiten salir adelante; me gusta servir a la Patria, portar el uniforme y ser el orgullo de mi familia. La Armada te ofrece mucho, te abre muchas puertas hacia lugares y cosas que jamás te imaginaste hacer», concluyó.
Sueños, desafíos y orgullo
La Escuela de Suboficiales de la Armada brinda a los jóvenes argentinos provenientes de diferentes provincias del país, la posibilidad de formarse y convertirse en Suboficial de la Armada Argentina.
Hoy como ayer, varones y mujeres desarrollan en esta escuela de formación su mayor potencial tanto personal como profesional, inspirado en valores éticos y morales al servicio de la grandeza de una sociedad y en defensa de la Patria desde el mar. Un estilo de vida distinto y apasionado, signado por la camaradería y la disciplina.
Los futuros marinos adquieren conocimientos, competencias y habilidades para desempeñarse en el ámbito militar con el privilegio de operar los medios navales de la Nación y se convierten así en profesionales con vocación de servicio. La carrera le permitirá al aspirante naval egresar con la jerarquía de Cabo Segundo.
Infantes de Marina, maquinistas, aeronáuticos, mecánicos, cocineros, informáticos, electricistas, peluqueros, músicos, hidrográficos, enfermeros, son algunas de las especialidades navales que la escuela ofrece y en muchas de ellas, egresan con títulos de nivel técnico reconocidos por el Ministerio de Educación.
Los aspirantes compartieron su experiencia: por qué ingresaron, qué aprendieron y cuál es el camino que eligieron seguir; sus sueños, desafíos y el orgullo de pertenecer a la Armada Argentina.
Las inscripciones a la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina se encuentran abiertas hasta el 27 de septiembre del corriente año. Para más información, dirigirse a la Delegación Naval u Oficina de Incorporación más cercana a su domicilio www.incorporacion.armada.mil.ar
Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina (ESSA) en Base Naval Puerto Belgrano: http://www.essa.ara.mil.ar, teléfonos y correos electrónicos de Secretaría 02932 489858 secretaria.essa@yahoo.com.ar, Certificaciones y Títulos 02932 486902 departamentoestudioessa@gmail.com, Relaciones Públicas 02932 489867 essarrpp@ara.mil.ar, CENS 02932 489938 cens453@hotmail.com, y Admisión 02932 486894 oficinapuntaalta@ara.mil.ar
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