River Plate se metió anoche en los octavos de final de la Copa Argentina, tras igualar 1-1 ante Gimnasia de Mendoza en tiempo regular y vencer en los penales por 5-4, en un juego disputado en Villa Mercedes, San Luis.
Durante el primer tiempo, el Millo no tuvo profundidad y casi no generó peligro frente al arco defendido por Tomás Marchiori. Incluso fueron los mendocinos quienes inquietaron al principio, cuando iban 4 minutos de juego. Allí Lucas Carrizo le robó una pelota a Leo Ponzio en la puerta del área grande y quedó sorpresivamente mano a mano con Germán Lux. El delantero no definió bien y “Poroto” terminó salvando las papas.
Lo mejor del club de Núñez se dio a los 13 de esa primera etapa, cuando tras una pelota parada y con Marchiori pasado, Julián Álvarez cabeceó de emboquillada y a punto estuvo de abrir el marcador, pero el defensor Aguirre salvó sobre la línea de cabeza.
En líneas generales, el primer tiempo fue chato y ni los porteños ni los mendocinos -que militan en la ex Primera B Nacional, que a partir de ahora será Primera Nacional- mostraron mucho. River fue quizás apenas un poco más. La nota negativa de esa parte para el equipo de Marcelo Gallardo fue el cambio obligatorio que el DT debió hacer ante una molestia muscular de Ponzio, quien dejó su lugar a Nico De La Cruz cuando iban 15 minutos. Alerta en la enfermería del club.
En el complemento, por fin, llegaron las emociones. A los 11, Fabrizio Angileri cometió penal sobre Santiago López. Gimnasia se ilusionó con el 1-0, pero en el duelo desde los doce pasos Lux le ganó a Morales, tras tapar con las piernas y contar con ayuda del travesaño.
River se envalentono y llegó al gol a los 20, casi de casualidad. Tras un rebote, el recién ingresado Benjamín Rollheiser le pegó mordido, Exequiel Palacios la desvió con la cabeza y descolocó a Marchiori. 1-0.
El Millo parecía decidido a liquidarlo, pero a los 24, tras un córner desde la derecha, Lux no salió y el ex Unión Renzo Vera cabeceó al gol para el empate 1-1. Nada estaba cerrado todavía -ni mucho menos- en la noche sanluiseña.
En los minutos restantes, River fue el que propuso con la pelota, mientras que Gimnasia se refugió y buscó de contra. La más clara antes de los penales fue a los 46, con un disparo de Lucas Martínez Quarta que lamió el palo derecho.
Desde los doce pasos, ni Lux ni Marchiori fueron protagonistas, sino el travesaño: en el cuarto penal para Gimnasia, Braian Andrada estrelló su disparo en ese poste y luego el juvenil Rollheiser la puso en el ángulo para el alivio del Millo.
fuente La Nación