La actividad económica del vecino país volvió a mostrar una reducción interanual, aunque en el margen sigue observando una mejora respecto al mes anterior. Aunque leve, se destaca el resultado interanual positivo del IMAEP sin agricultura ni binacionales, después de tres meses.
Entre las razones de esta crisis del vecino país se destaca la pelea China – USA, que frenaron la actividad económica mundial. Así también el contexto regional con la inestabilidad Argentina y la crisis en Brasil golpean su economía.
De acuerdo a informaciones preliminares, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAEP) ha registrado una variación de –1,5% con respecto al mismo mes del año anterior. Con este resultado, el IMAEP ha acumulado una variación de -2,8% al primer semestre del año 2019.
Paraguay ha entrado en un proceso de recesión económica, ya que por definición una recesión es el decrecimiento de la actividad económica durante un perÍodo de tiempo y oficialmente se considera que existe recesión cuando la tasa de variación anual del PIB es negativa durante dos trimestres consecutivos.
Entre las cuestiones externas que están impactando de manera negativa sobre la economía de Paraguay se destacan las tensiones comerciales de China y EE.UU, el Brexit que enfrentan a Reino Unido y la UE, las consecuencias de la política de la Reserva Federal de los EE.UU (en cuanto al manejo de las tasas de los bonos del Tesoro y la inestabilidad que en el mercado financiero y cambiario que esto genera), disminuyendo sustantivamente los niveles de flujo de capitales, inversiones y comercio que tiene consecuencias en la caída del precio de los commodities agrícolas, energéticos y minerales.
Esto impactó muy fuerte en las economías regionales, Argentina y Brasil, lo cual a su vez tiene repercusiones en la economía guaraní.
Por otro lado, sobre las cuestiones de orden interno, estarían vinculadas con el impacto del cambio climático, sequías a finales del año 2018, inundaciones en el primer trimestre, pero principalmente a que no hubo una respuesta rápida y contundente en la adopción de políticas públicas anticíclicas, como pudiera ser una alta inversión en obras y servicios públicos que mejore la circulación de recursos financieros en el sistema económico.
El Banco Central del Paraguay en su último informe de Política económica remarca datos positivos para la segunda mitad del año. Para ellos la actividad económica mundial ha mostrado signos de moderación, principalmente a consecuencia de una menor dinámica del comercio internacional, una débil producción industrial y un reducido nivel de inversión durante el primer semestre del año. La incertidumbre a nivel internacional ha sido una constante, afectando la confianza de consumidores e inversores a nivel global.
El analista económico y ex ministro de Hacienda de Paraguay, Manuel Ferreira, fue pesimista al ser consultado por los medios de ese país, ubicando sus expectativas de crecimiento económico a fin de año en el orden del 0% (entre -0,4% y 0,2% específicamente).
“El comercio después de esta devaluación de la moneda argentina, que podía haber sido uno de los impulsores de un potencial crecimiento, también se vio aplacado por esta situación. El sector industrial también va a estar afectado, sobre todo por el dumping ahora de empresas argentinas que se puede generar en este segundo semestre por estas diferencias que hay de precios a partir de esta diferencia cambiaria”, explicó el exministro.
Esto ya se observa en la economía encarnacena, donde en el circuito comercial se podía notar comercios vacíos y vendedores con rostros adustos. Los comercios encarnacenos, que hasta hace poco se nutrían de compradores posadeños a quienes vendían en moneda argentina, ahora quedaron desfasados en cuanto a precios.
Entre junio y julio pasados, el circuito comercial de Encarnación se posicionó como uno de los lugares elegidos por los argentinos para compras. En julio se alcanzó un ingreso récord en lo que va de este año, con 175.000 personas que visitaron Encarnación, de acuerdo a los registros.
Pero al producirse una nueva devaluación del Peso Argentino tras las PASO del 11 de agosto, el peso fluctuaba en G. 90/100 a nivel comprador y se mantenía en G. 130 en vendedor, lo que no hace atractivo los precios para el comprador argentino.
FUENTE ECONOMIS
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