«Estamos sorprendidos. No esperábamos tanta respuesta«, dice Alex, el encargado de la panadería Petri de Garupá, mientras observa la extensa fila de casi mil metros con jóvenes de esa ciudad y alrededores que pugnan por uno de los 15 puestos de trabajo ofrecidos por la empresa que proyecta abrir una nueva sucursal en Posadas.
La extensa fila atrajo la atención de los automovilistas que pasan por la colectora de la ruta 105, en el acceso al barrio Santa Helena. La panadería, con más de diez años de trayectoria, es una de las empresas afianzadas en Garupá y proyecta ampliar su oferta en la capital misionera, donde nació la empresa hace once años. En Posadas abrirá una panadería, rotisería y café.
El aviso se publicó el lunes y se buscan quince jóvenes con conocimiento en panadería, pasteleros y mozos. Desde las cinco de la mañana se inició la extensa fila pugnando por un lugar. Pero no fueron solo de Garupá, sino de Posadas, Oberá, Eldorado y Montecarlo los que presentaron sus curriculums. A media mañana ya se habían recibido 300 curriculums y quedaban más de 600 afuera.
La interminable cola de jóvenes tiene su explicación en los datos del desempleo. Con una economía en recesión desde hace más de un año, no se están creando nuevos puestos de trabajo y hay, solo en Posadas, cinco mil desempleados, a los que se suman 20.000 ocupados demandantes de otro empleo -efecto inflación y costo de la canasta básica cuatro mil pesos más cara que en el resto del país- y otros 21 mil que son subocupados.
En paralelo, el último dato de pobreza señala que en el Gran Posadas el 39,8 por ciento de las personas son pobres, lo que coloca al conurbano misionero como el noveno con mayor porcentaje de pobreza en personas a escala nacional.
Fuente y Fotos Economis
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