Desde Salud Pública confirmaron que la niña de 13 años que denunció haber sido víctima de abuso sexual en el barrio Caballeriza está cursando un embarazo de 20 semanas, al tiempo que radicaron la correspondiente denuncia ante la Comisaría de la Mujer de Oberá.
En su edición del martes, El Territorio publicó detalles del caso que mantiene en vilo a la comunidad del citado barrio, puesto que hasta el momento el violador ni siquiera fue identificado por la víctima.
“Tenemos mucho miedo porque hay un degenerado suelto y en cualquier momento puede pasar lo mismo. Para colmo la nena no contó nada porque dice que la amenazó. La pobrecita se guardó todo por miedo”, comentó un allegado a la familia.
En ese contexto, la semana pasada personal del Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps) de Cabelleriza fue alertado por vecinos de la situación de la menor que en los últimos meses evidenció un notorio cambio en su fisonomía.
Posteriormente, promotoras de salud visitaron el domicilio y entrevistaron a la niña y a su madre, circunstancia en la que salió a la luz el abuso.
El pasado martes, en tanto, la víctima fue asistida en el hospital Samic, donde le practicaron una ecografía que confirmó que cursa un embarazo de 20 semanas.
Asimismo, le realizaron una serie de análisis clínicos para evaluar su estado general y corroborar o descartar alguna enfermedad de transmisión sexual. También recibió asistencia psicológica, precisaron fuentes de Salud Pública.
Ayer, por otra parte, una asistente social visitó el domicilio para constatar la realidad socioambiental del grupo familiar, lo que será volcado en un informe que se elevarán al juzgado interviniente.
El abuso
Tal como informó este matutino, en una primera declaración la menor aseguró que fue víctima de abuso sexual a manos de un sujeto desconocido que la abordó en el predio de una cancha de fútbol abandonada, lindera a la reserva del arroyo Mbotaby, en el mismo barrio donde reside.
Siempre según la declaración de la víctima ante los profesionales que las asistieron, tras someterla el agresor le dijo que sabe dónde vive y la amenazó para que no le cuente a nadie lo sucedido.
Por ello, recién el viernes pasado las promotoras de salud se acercaron al domicilio de la familia y dialogaron con su madre, quien aseguró que desconocía que su hija esté cursando un embarazo. En el mismo domicilio reside el concubino de la mujer, un sujeto de alrededor de 20 años.
En presencia de su madre, la menor mencionó que el abuso se produjo una tardecita en que fue a buscar escoba -ramas para barrer el patio de tierra- y se internó varios metros en la maleza, ocasión en la que fue sorprendida por el desconocido.
Consultada al respecto, la progenitora aseguró que desconocía el hecho ya que la menor no le comentó nada, salvo que en ocasiones se quejaba de malestar estomacal y por ello le preparaba té de yuyos.
Esta circunstancia, además del hecho que la víctima no asiste a la escuela, llamó la atención de las autoridades sanitarias, quienes ya elevaron un informe preliminar al juzgado interviniente.
También será importante la declaración de la víctima en Cámara Gesell, considerada una prueba clave en delitos contra la integridad sexual de menores.
Si bien el caso salió a la luz en los últimos días, la situación de la criatura era un secreto a voces en el barrio y se tejieron varias hipótesis que ahora deberá analizar la Justicia.
El Territorio