Emanuel tiene 18 años, es de Villa Bonita e integra el equipo de voleibol sentado, otra disciplina que Misiones presentó por primera vez este año en los Juegos Nacionales Evita. Junto a sus compañeros, expresaron las sensaciones de esta experiencia inolvidable.
El voleibol sentado es otra disciplina que Misiones presenta por primera vez este año en los Juegos Nacionales Evita, que finalizan este viernes en Mar del Plata, con el objetivo de impulsar la práctica y el desarrollo en el ámbito del deporte adaptado de la provincia.
Como el propio nombre lo indica, la disciplina es la versión adaptada del voleibol convencional, para jóvenes cuya patología (motriz) les permita desplazarse en el suelo y jugar la pelota. La modalidad en juego es 3 vs. 3, es decir, tres jugadores por equipo.
Para este debut, el equipo se conformó con Gladys Ramírez (15 años) de Oberá, con discapacidad Parálisis Cerebral; Maximiliano López (16), de la misma ciudad, y también con Parálisis Cerebral y Emanuel De Ramos (18), oriundo de Villa Bonita, con discapacidad motora. Y el cuarto integrante, quien a último momento decidió no viajar por cuestiones personales, fue reemplazado por el bonaerense Lautaro Azamek, autorizado por la organización, y con familiares en Misiones, exactamente en Posadas.
Durante el torneo, Misiones disputó seis partidos: venció a Chubut, Río Negro y Entre Ríos; y cayó ante San Juan, Chaco y Santa Fe, en la definición por el tercer puesto. “Para nosotros fue muy gratificante y satisfactorio ya que vinimos a participar y llegar al cuarto lugar, entre ocho provincias, es algo muy lindo. Nos llevamos muchísimo, tanto los profes como los chicos de esta experiencia”, contó Marcelo Guanuco, encargado del grupo, acompañado por Daniel Mantulak.
Para los integrantes del equipo, esta participación también guarda un sentimiento muy especial. Gladys, la más charlatana del grupo, exteriorizó su alegría: “Estoy muy emocionada, contenta, feliz y orgullosa”, expresó.
Maxi, en cambio, reconoció que hubo muchos nervios en los partidos: “estuvimos súper nervioso, por ser la primea vez. Perdimos el partido por la medalla, pero nos llevamos una linda experiencia”, expresó, agradeciendo al profesor.
Emanuel, por su parte, se manifestó “nervioso y feliz”. “Me hace sentir feliz, paseamos, competimos, hicimos de todo un poco, pasamos bien y disfrutamos del viaje”, contó. Y cerró: “es la primera vez que vengo, me gustó mucho. No me olvido nunca más, me queda en la memoria”.
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